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El dólar bajó otro escalón: ayer cerró a 3,31 pesos para la compra y 3,36 para la venta, dos centavos por debajo del cierre anterior. Alfonso Prat Gay, durante la entrevista que mantuvo con Carlos Reutemann, dijo que no habría que esperar medidas adicionales flexibilizando los controles cambiarios, a pesar de la constante caída de la moneda estadounidense.
Según Prat Gay, la baja del dólar no sólo hay que buscarla en el mercado local. “En la última semana cayó en todo el mundo, y la Argentina no fue la excepción”, señaló el jefe del Banco Central. En Brasil, por caso, ayer el precio del real volvió a mejorar y el dólar se ubicó en 3,44 unidades de la moneda local. “Todavía es prematuro sacar conclusiones sobre los efectos de las últimas medidas. Hay que esperar porque no se pueden tomar medidas todos los días. Debe ofrecerse previsibilidad a los agentes económicos”, añadió. Más que por el dólar, Prat Gay se mostró preocupado por la inflación y el impacto sobre la misma de la política monetaria.
La intención de Roberto Lavagna es mantener un tipo de cambio alto, de manera de evitar oscilaciones bruscas y perder competitividad, en especial frente a Brasil. El ministro está convencido de que una baja del dólar no arrastraría a la baja a los demás precios. La caída de ayer se debió a la fuerte liquidación de divisas de los exportadores en la ventanilla del Central. Fueron 83,1 millones de dólares por lo que, frente a una escasa demanda de apenas 13 millones, dejó una utilidad en reservas de 70,1 millones. En los primeros dos días hábiles de 2003, el Central ganó 112 millones de dólares.
Para algunos financistas, el piso del dólar ya está cerca. Lo ubican entre 3,25 y 3,30 pesos, límite hasta el cual Economía permitiría que el dólar baje antes de tomar medidas adicionales. “Por ahora, los exportadores se apuran a liquidar porque desconocen el piso de la divisa. Pero en cuanto Economía lo explicite, se verá una cierta recuperación”, ensayó un reconocido consultor en diálogo con este diario.