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El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, reiteró ayer que es optimista sobre el crecimiento de la economía estadounidense, al que calificó de moderado actualmente, pero estimó que sería impulsado por las empresas y los gastos de las familias. Subrayó asimismo que la crisis financiera “esencialmente” quedó atrás, pero la economía estadounidense todavía debe recorrer “un camino considerable” para restablecerse completamente.

“Luego de una caída vertiginosa a fines de 2008 y comienzos de 2009, la economía de Estados Unidos se estabilizó a mediados del año pasado y crece desde entonces a un ritmo moderado”, declaró Bernanke en un discurso pronunciado en Carolina del Sur. Cuando el apoyo de las autoridades llegue a su fin en los próximos meses, “el crecimiento será sostenido por un alza de la demanda de los hogares y de las empresas”, agregó el jefe de la FED. “Hoy la crisis financiera parece haber quedado esencialmente atrás (...). Pero todavía tenemos un camino considerable a recorrer antes de que nuestra economía se restablezca totalmente (...). Muchos estadounidenses continúan luchando contra el desempleo, los embargos inmobiliarios y la pérdida de sus ahorros”, señaló.

Bernanke formuló sus declaraciones tres días después de la publicación de los datos oficiales del PIB estadounidense, que dan cuenta de una neta desaceleración del crecimiento en el primer trimestre y que la recesión de 2007-2009 fue más fuerte de lo que se pensaba. Según el departamento de Comercio, el PIB de Estados Unidos creció a un ritmo anual de 2,4 por ciento en la primavera boreal, tras haber registrado un aumento de 3,7 en el primer trimestre. Los datos de Comercio demostraron que la recesión 2007-2009 había sido más intensa de lo que se pensó hasta ahora. El jefe de la FED insistió en que la coyuntura financiera “se convirtió recientemente en menos favorable que antes para el crecimiento”, por la situación en Europa en particular y porque el crecimiento del empleo privado es “insuficiente” para permitir una reducción real de la tasa de desempleo (9,5 por ciento a fines de mayo). “La lentitud de la recuperación del mercado de trabajo y la incertidumbre que genera en las perspectivas de empleo de los hogares pesan sobre su confianza y sus gastos”, dijo.

Por el contrario, dos indicadores económicos difundidos este lunes resultaron mejores de lo previsto.