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La Reserva Federal anunció cambios en la política monetaria para enfrentar un escenario económico estancado que no muestra signos de recuperación. Los responsables del banco central de Estados Unidos anunciaron ayer que conservarán el nivel de deuda “basura” adquirida durante la crisis. El rendimiento que brinden esos activos será reinvertido en deuda pública de largo plazo. A su vez, el directorio de la Fed mantuvo la tasa de interés objetivo entre 0 y 0,25 por ciento, pauta que está vigente desde diciembre de 2008. Para distintos analistas las modificaciones resultan insuficientes para reactivar la economía. Las principales Bolsas del mundo cerraron con resultados levemente negativos; el dólar cedió terreno a nivel global y el precio de los títulos del Tesoro subió. En Argentina, la cotización de la moneda norteamericana no registró cambios y terminó la jornada a 3,95 pesos.

El titular del organismo, Ben Bernanke, había anticipado el mes pasado su disposición a tomar las medidas necesarias para impulsar la economía. “La recuperación de la actividad económica y el empleo se desaceleró en los últimos meses. El consumo de los hogares está creciendo, pero continúa limitado por el alto nivel de desempleo, la inversión continúa débil y el crédito bancario sigue cayendo”, sostiene el comunicado del banco central estadounidense.

Ante las perspectivas negativas, los cambios presentados ayer resultaron insuficientes para muchos analistas que esperaban que la Fed anunciara compras masivas de activos financieros para impulsar la economía. En palabras del economista Paul Krugman, los anuncios representan solamente un pequeño cambio en la política monetaria: “Antes que dejar que el balance de la Fed se achique a medida que los activos estructurados con hipotecas vencen, el organismo mantendrá el tamaño de su balance reinvirtiendo su rendimiento en bonos públicos de largo plazo”, apuntó.

Desde 2007, el banco central de Estados Unidos adquirió 1,25 billón de dólares en activos estructurados con hipotecas y otros 200 millones de dólares de deudas provenientes de empresas como Fannie Mae y Fredie Mac. Krugman considera que “la política de contracción monetaria en un escenario de desempleo masivo e incipiente deflación que lleva adelante la Fed es inadecuada, lógicamente bizarra”. No obstante, sostuvo que las modificaciones anunciadas ayer “son un poco alentadoras”, ya que no revirtió las decisiones tomadas hace dos años.

En Wall Street y Europa las acciones cayeron. El indicador de la Bolsa de Nueva York elaborado a partir de la cotización de empresas industriales, Dow Jones, retrocedió 0,5 por ciento, mientras que para el compuesto tecnológico Nasdaq la contracción fue de 1,2 por ciento. La reducida Bolsa porteña no estuvo ajena y el Merval cedió 1,0 por ciento. De todas formas, acumula una mejora de 3,5 por ciento en lo que va del año. Por su parte, tras varias jornadas consecutivas de alzas generalizadas, los títulos públicos registraron caídas. El Descuento en pesos cedió 1,4 por ciento y el Cupón PIB, 1,9.