ECONOMíA › SE RECUPERO EL DOLAR Y AHORA LA DUDA ES SI SE ESTABILIZARA
Que el envión no acabe en disparada
El Banco Central festejó el primer impacto: detuvo la caída del dólar con la liberación cambiaria y repuntó cinco centavos. Pero resurgió la incertidumbre en el mercado cambiario: temen que no se estabilice y dudan si el Gobierno intervendrá para calmarlo.
Por Claudio Zlotnik
Después de las últimas medidas, la evolución del dólar cambió. La paridad cambiaria ya no baja sino que, por el contrario, tomó una marcha alcista. En dos jornadas, la moneda estadounidense subió de 3,30 a 3,37 pesos en el mercado minorista, al tiempo que se redujo notablemente tanto la oferta como la demanda de divisas. Si bien en el Banco Central se niegan a revelar el tipo de cambio de equilibrio, en la city estiman que su intención es dejar flotar la divisa en una banda de entre 3,40 y 3,50 pesos. Mientras en el Gobierno festejaban anoche una nueva caída de las tasas de interés, la pregunta que ayer se hacían en varios de los principales bancos de la plaza financiera es si la dupla Lavagna-Prat Gay tendrá éxito en volver a estabilizar el tipo de cambio.
El comportamiento de los grandes operadores fue tan cauteloso como en la primera jornada tras las medidas. Los exportadores liquidaron apenas 15,9 millones de dólares, mientras que la demanda total de divisas alcanzó tan sólo a 1,7 millón. El saldo arrojó una ganancia para el Central de 14,2 millones de dólares. También se anotaron alzas en el mercado de futuros del dólar. Para fines de mes cerró con una suba de 1,2 por ciento, a 3,40 pesos, mientras que para fines de marzo se aguarda un dólar a 3,54, lo que implicó un avance de 2,6 por ciento con respecto al último cierre.
En el Banco Central volvieron a refrendar que el impacto de la nueva desregulación del mercado cambiario fue exitoso: según la lectura de la autoridad monetaria, se logró cortar una ola especulativa y el dólar se está reacomodando con una intervención mínima de la autoridad monetaria. Incluso se logró una nueva y sensible caída de las tasas de interés en la licitación de Letras (Lebac) de hasta cuatro puntos porcentuales. El costo de esa disminución radicó en que no pudo colocar toda la emisión: fueron 412 millones de pesos sobre 556 millones que se proponía. Por el resultado de la operación, se interpretó que los operadores no esperan un salto abrupto del tipo de cambio y por eso siguen prefiriendo las Lebac antes que al dólar. En la semana, las tasas cedieron hasta 10 puntos porcentuales, por lo que el costo de las Letras a seis meses resultó del 37 por ciento anual, y del 42 por ciento anual los títulos a nueve meses.
La calma de los despachos oficiales contrasta con el clima que trasciende desde algunas entidades financieras. Financistas consultados por este diario advirtieron que los últimos movimientos del Central dejaron más dudas que certezas. Y plantearon que, después de varios meses de calma y cierta previsibilidad sobre la marcha del dólar, regresaron las dudas. Al menos en el corto plazo.
En algunas entidades financieras argumentan que el continuo derrape del dólar fue un error táctico del Central. Mencionan que la maniobra de apuro para detener esa tendencia deja ahora incertidumbre sobre el futuro. Concretamente, si el BC tendrá éxito en su objetivo de plantar la paridad en la banda de 3,40 a 3,50 pesos o si la cuestión se le irá de las manos. Si bien los primeros resultados salieron en sintonía con la expectativa oficial, también es cierto que fue escasa la participación de los grandes operadores, reflejando las mencionadas dudas.
Desde la city refieren que el BC debió defender un tipo de cambio estable, tal cual pregonaba el ministro Lavagna. Incluso, partieron críticas desde el propio equipo económico, especialmente de parte de aquellos funcionarios contrarios a una profundización de la liberación del control de cambios. La fórmula hubiese consistido en adquirirle a los exportadores los dólares a un precio constante, sin habilitar una baja del precio como finalmente se avaló. Si bien la maniobra de Economía y del Central se concretó antes de que se verificara una reversión de la fiebre antidólar, las dudas radican en la política cambiaria que adoptará la autoridad monetaria de aquí en adelante: ¿dejará al dólar librado a las fuerzas del mercado o volverá a plancharlo en el valor que más le convenga? En todo caso, ¿tendrá éxito en el objetivo que se proponga?
Una cosa es cierta: con 10.600 millones de dólares de reservas, Prat Gay y Lavagna tienen las espaldas cubiertas para salir a apagar cualquier incendio. Lo mismo podría suceder con la política de tasas de interés. Pero aun sin plantearse esos escenarios extremos, los funcionarios tienen los días contados para dejar explícita su nueva política y evitar que la incertidumbre crezca como bola de nieve.
Es sabido cómo reaccionan los grandes jugadores del mercado cuando le dejan un espacio vacío. Lo sucedido con algunos precios en las últimas jornadas puede servirle como ejemplo al Gobierno de lo que ocurre cuando el Estado se ausenta o envía señales confusas. Tras la satisfacción por el impacto inicial de las medidas, ahora deberá prenderle una vela a que el tipo de cambio se estabilice. Y sin demoras.