ECONOMíA › EL GOBIERNO CONDICIONO EL PAGO AL BID A UN PREVIO OK AL ACUERDO DESDE WASHINGTON
Si la Krueger no da el sí, no se paga
La negociación quedó clavada en el cruce de respuestas que puede producirse mañana entre Washington y Buenos Aires. La carta de intención del acuerdo, técnicamente aprobada, viajó ayer. Si el directorio del FMI anticipa su acuerdo, se pagará al BID con reservas 845 millones de dólares.
El día clave en la negociación con el FMI pasó a ser mañana, cuando se espera que Horst Köhler y Anne Krueger den su veredicto final sobre el acuerdo con la Argentina. En función de esa respuesta, el Gobierno resolverá si paga con reservas los 845 millones de dólares que vencen con el Banco Interamericano de Desarrollo. La versión oficial luego de la reunión de ayer entre Roberto Lavagna y los jefes de la misión del Fondo fue que quedaron definidos los términos del convenio. La Carta de Intención, consensuada entre las partes, fue remitida a Washington para su análisis por Köhler y Krueger. Si todo sale como espera el Gobierno, las máximas autoridades del organismo aprobarán lo actuado por la delegación que se encuentra en Buenos Aires, dejando el camino allanado para la firma del convenio.
En el Palacio de Hacienda sostienen que esperarán esa respuesta para tomar una decisión con respecto al pago al BID. Si es positiva, se hará el desembolso de 845 millones. Si es negativa o ambigua, no. La secuencia, en caso de que se dé la primera opción, seguirá con un comunicado oficial del FMI, el jueves o viernes, anunciando el entendimiento. Y el jueves 23, el directorio formalizará el acuerdo. La misión que encabezan John Dodsworth y John Thornton permanecerá en el país hasta el jueves, para atender a cualquier consulta de Washington. Cerca de Lavagna encuentran como argumento para esperar confiados la decisión de Köhler y Krueger que la Carta de Intención se preparó en forma conjunta con los técnicos del FMI, encuadrados en la línea dura.
Sin embargo, los mismos funcionarios que dicen eso admiten que las discusiones de estos días fueron duras. Y que hasta ahora la postura de Krueger fue inflexible. De allí el dilema sobre si pagarle al BID o no. Para superarlo, el Gobierno le pasó la pelota a las autoridades del Fondo. No quiere repetir la experiencia de cumplir con los organismos para después encontrarse con que las discusiones se dilatan. En el Palacio de Hacienda insisten en que si el Fondo no confirma mañana el cierre de las negociaciones, no sacará un sólo dólar de las reservas.
Además del vencimiento con el BID por 845 millones, el viernes habría que efectuar un pago al FMI por 1065 millones. A eso se suma que todavía está pendiente la cancelación de un compromiso con el Banco Mundial por 750 millones de dólares, del que hoy se cumplen tres meses desde su vencimiento. Lavagna insistió ante la misión del Fondo que no puede extraer casi 3 mil millones de dólares de las reservas sin exponerse a una disparada del dólar. Con 7600 millones de dólares en el Banco Central, la cotización defendible sería 4,60 pesos por dólar. “Si hubiera una corrida y en pocos días perdiéramos 500 millones, no la pararíamos más. Es mucho riesgo”, explicó a Página/12 un colaborador del ministro.
A la vez, el Gobierno hacía ayer otra evaluación. “La vocación sería no poner más interferencias en las negociaciones. Y no pagar sería una gran interferencia”, indicó una fuente del Palacio de Hacienda. La conclusión fue esperar a que respondan Köhler y Krueger, pero dejando en claro que ante una respuesta negativa o una nueva dilación se extenderá la cesación de pagos al BID y al FMI. En caso de haber acuerdo, el Gobierno pondrá como condición para pagarle a esos organismos una devolución del dinero en un plazo máximo de dos semanas.
El secretario de Programación y viceministro de Economía, Oscar Tangelson, se encuentra desde ayer en Washington negociando con el BID y el BM un cronograma de desembolsos en favor de la Argentina. La expectativa es que se firme el acuerdo el próximo 23 y para entonces el Gobierno quiere tener resuelto cómo recuperará el dinero cedido. El Fondo, por su parte, reclama que la Argentina pague antes de la ratificación formal del convenio para no aparecer cediendo a las exigencias del Gobierno y del Grupo de los Siete.