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Se fue un hombre que logró dos cosas muy importantes en la Argentina de los últimos años: la instalación en agenda de la política y el tema de la discusión sobre la justicia distributiva. Además, primero como presidente y luego como titular de la Unasur, logró impulsar en América latina, junto a otros gobiernos, la alianza estratégica para responder con prontitud ante los intentos de desestabilización de los gobiernos populares.

Su lucha encarnizada para la implementación de reformas en la Argentina provocó que algunos sectores hablaran de intolerancia. Pero nunca se planteó la intolerancia de quienes no pudieron soportar a un hombre de convicciones fuertes, que pretendió profundizar estos cambios.

Esta noticia nos toma en un momento muy difícil, cuando la disputa política llegó a un alto grado de crueldad. En este contexto, no me parecería extraño que algunos sectores pudieran incluso festejar la muerte de Kirchner. Repudio total a tales actitudes.

La pérdida puede tener dos variables. Una de ellas es la de seguir discutiendo entre todos los del campo nacional y popular –como lo hacemos hasta ahora sin perder identidad– y abroquelarnos contra el enemigo que puso todos los palos en la rueda para que no se profundice el modelo. La otra opción, la que rechazamos con todas las fuerzas, es la de abandonar los sueños.

No es necesario renunciar a los ideales que cada uno tiene: lo que es fundamental es buscar todo lo que nos une y que la dispersión no nos haga vulnerables ante los que tienen otros proyectos que nada tienen que ver con lo nacional y popular. Sin perder autonomía ni identidad política, tenemos que abroquelarnos alrededor de la presidenta de la República para no retroceder un solo paso, y dar una señal muy fuerte de unidad y de búsqueda de una sociedad más justa.

Es lamentable la pérdida del ex presidente de los argentinos. Ojalá podamos entre todos encontrar a través de este acontecimiento tan doloroso el camino de las coincidencias, la búsqueda de una Argentina para todos y un modelo de inclusión social definitivo. Y seguir la lucha por la unidad de América latina, sin bajar las banderas ni resignar el mayor de los objetivos. Creo que ése es el mejor homenaje que le podemos hacer a Néstor Kirchner.

* Presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme).