“La Mesa de Enlace está en serios problemas, perdió dinámica y protagonismo, ya que entre sus integrantes existen intereses distintos. Mientras nosotros decimos que las retenciones deben ser segmentadas, hay quienes quieren bajarles los derechos de exportación a los pooles de siembra de la misma manera que a un chacarero de 50 hectáreas.” Quien pronunció estas afirmaciones fue Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, y los destinatarios fueron sus colegas de la Sociedad Rural, CRA y Coninagro. El federado decretó ayer la desactivación, por el momento, de la Mesa de Enlace al reclamarle a sus colegas la autonomía institucional de la FAA para entablar de manera abierta negociaciones con el Gobierno, algo que molesta en demasía a los demás representantes rurales.

Frente a este escenario, el próximo 22 de noviembre los dirigentes federados mantendrán un encuentro en Máximo Paz para analizar esta situación. De allí también saldría un guiño a algunos miembros de la entidad para que acerquen posiciones con Proyecto Sur, la fuerza que dirige Pino Solanas. Por su parte, Carlos Garetto (Coninagro) y Hugo Biolcati (Sociedad Rural) reconocieron las diferencias al interior de la Mesa de Enlace, pero desestimaron la ruptura.

El clima de tensión que se vive dentro de cada entidad agropecuaria está directamente relacionado con el escenario parlamentario, donde los llamados “agrodiputados” no pudieron consensuar en todo el año ningún proyecto para el sector: hubo diferencias en el tema retenciones, Oncca y arrendamiento. De ahí que tanto la Federación Agraria como el Ministerio de Agricultura, que conduce Julián Domínguez, fueron acercando posiciones. Desde hace varios meses ambas partes vienen dialogando sobre la elaboración de un anteproyecto de ley sobre los contratos rurales.

“Pasó todo un año y no se logró avanzar en las soluciones concretas. Ante eso no podemos permitir la sepultura de los pequeños productores. No estoy declarando ni decretando el fin de la Mesa de Enlace, que debe declararse como custodio de intereses del sector frente a una agresión (como la Resolución 125). Pero mientras tanto, hay que declarar la autonomía de las entidades para poder actuar de acuerdo con los intereses que representan. Si nosotros tenemos que ir a discutir con el Gobierno, iremos a discutir con el Gobierno”, sostuvo Buzzi.

Sus compañeros de Mesa no tardaron en responderle. “Cada entidad tiene su opinión sin que ello vulnere la unidad de la Mesa de Enlace. No pretendemos llegar a conclusiones consensuadas”, indicó Biolcati. Por su parte, Garetto indicó que la Mesa de Enlace está sostenida no por los dirigentes, sino por las “estructuras orgánicas de base de los productores, que son los que fortalecen y dan vitalidad a esta organización que no está institucionalizada, por lo tanto no puede romperse algo que orgánicamente no existe”. Sin embargo, dentro de la Federación Agraria es compartida la lectura de que la Mesa de Enlace no se romperá pero que sí “está desactivada”.

El escenario parlamentario dejó un sabor amargo en toda la dirigencia agropecuaria. El conglomerado opositor no pudo sortear las diferencias que surgieron hacia el interior del radicalismo, protagonizadas por Ricardo Buryaile, un hombre de CRA, y por Ulises Forte, también radical y ex vicepresidente de FAA. La dinámica del Grupo A como oposición al oficialismo subsumió los intereses agropecuarios, sin diferenciar entidades.

En este sentido, FAA está generando algún tipo de acercamiento con otros sectores. Después de mucho tiempo, Buzzi y Pino Solanas retomaron el diálogo. El próximo 22 de noviembre, aproximadamente 70 dirigentes federados se reunirán en Máximo Paz para “intentar crear un instrumento político independiente del bipartidismo clásico”, como definió a Página/12 Pedro Peretti (FAA). Allí se discutirá su posible candidatura como primer diputado por la provincia de Santa Fe, dentro de la fuerza que lidera Solanas.

Federación Agraria y Proyecto Sur coincidieron en una serie de proyectos presentados en la Cámara de Diputados, como la iniciativa firmada por Jorge Cardelli sobre los frenos a los desalojos. También comparten algunas iniciativas para establecer una nueva ley de arrendamientos, actualmente en estudio por el Ministerio de Agricultura. “No queremos jugar ni con el Grupo A ni con el Gobierno”, manifestó a este diario una alta fuente federada.