Durante el tercer trimestre de este año, el empleo informal alcanzó al 35,8 por ciento de la población económicamente activa. En comparación con el mismo período del año pasado, la informalidad laboral se redujo un 0,2 por ciento y un 0,5 por ciento en los últimos dos años. Así lo informó ayer el Indec. El total de asalariados asciende al 76,5 por ciento. La zona más afectada por el trabajo en negro corresponde al norte argentino, con un promedio de informalidad del 42 por ciento. Por otro lado, según los últimos resultados del Plan Nacional de Regularización del Trabajo, elaborado por la cartera laboral, a cargo de Carlos Tomada, las actividades más afectadas por la informalidad son la agricultura, la minería, la actividad petrolera y la pesca, con porcentajes que van del 40 al 60 por ciento.

Las cifras difundidas ayer por el Indec corresponden a la evaluación que realiza el organismo a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) sobre la situación socieconómica de 31 aglomerados urbanos. La zona del país con peor situación laboral es el Norte. En la región Noreste, el trabajo en negro fue del 42,5 por ciento, mientras que la tasa general de desocupación de la zona fue del 5,1 por ciento. En la región NOA, la informalidad laboral fue del 42,1 por ciento y la desocupación general fue del 7 por ciento.

Luego aparecen como más afectadas la región de Cuyo, con una tasa de informalidad del 36,8 por ciento y el Gran Buenos Aires, con el 36,7 por ciento. Esta última región sufrió un pequeño deterioro, ya que en el tercer trimestre del año pasado había registrado una informalidad del 36,2 por ciento.

Además, en la región pampeana el empleo irregular afectó al 33,4 por ciento de los trabajadores, mientras que en la Patagonia la incidencia de la informalidad fue del 21,8 por ciento, con un alza del 0,9 por ciento en relación al tercer trimestre del año pasado.

Por otro lado, el Indec informó que el nivel de desocupación general para el tercer trimestre fue del 7,4 por ciento, y corrigió de esta manera el dato difundido el pasado 23 de noviembre (7,5 por ciento), mientras que el subempleo general fue del 8,8 por ciento.

La región con mayor desocupación durante el período analizado fue el Gran Buenos Aires, con un 8,2 por ciento, seguido por la zona pampeana (7,2 por ciento), el Noroeste (7,1) y el interior de la provincia de Buenos Aires (6,5).

Por otro lado, la mayor tasa de desempleo se encuentra en mujeres de hasta 29 años, con un 17,2 por ciento, y en varones del mismo grupo etario, con un 12,6 por ciento. A su vez, el organismo público señaló que la desocupación en jefes de hogar fue del 4,2 por ciento, lo cual presenta una baja del 0,9 por ciento frente al tercer trimestre de 2009.

En cuanto a la composición del trabajo en negro, el documento elaborado por la cartera que conduce Tomada indica que en el sector de la pesca alcanza el 87,1 por ciento por sobre un total de 782 trabajadores relevados. Por su parte, en los sectores agropecuarios, la informalidad laboral alcanza un 60,3 por ciento, sobre un total de 30.000 encuestados. Sin embargo, para la AFIP y el Ministerio de Agricultura la informalidad estaría más cerca del 70 por ciento.

Por otro lado, la explotación de minas y canteras, carbón, petróleo y gas mostró un 46,5 por ciento de trabajo en negro. En todos los casos mencionados hubo un incremento en relación a 2009 que no necesariamente reflejan un crecimiento de la informalidad, sino que podría obedecer a mejores controles. Según el Plan Nacional de Regulación (relevamiento que no incluye el sector público, servicio doméstico ni actividades de subsistencia), en el sector de la manufactura el grado de informalidad es algo más bajo que en las otras actividades analizadas. La producción industrial de madera y papel arrojó un 48,5 por ciento de informalidad, seguida por la industria alimentaria, con un 32,2 por ciento, y el sector textil, con un 29,4 por ciento.