Los directores de la Federación Agraria avalaron por unanimidad la intervención del Gobierno para que la industria molinera le compre a la cooperativa Agricultores Federados 500.000 toneladas de trigo para consumo interno. Fue luego de una reunión del Consejo Directivo Central de la entidad que conduce Eduardo Buzzi, realizada en Rosario, donde también le reclamaron al Gobierno que amplíe los acuerdos trigueros a todas las cooperativas del país. Incluso, los federados insistieron en que el Congreso debería tratar en los primeros meses del nuevo período legislativo (que comienza el 1º de marzo) la creación de un mecanismo público-privado para la comercialización de granos. Por su parte, la Sociedad Rural y CRA volvieron a pronunciarse en contra de cualquier intervención estatal en el mercado granario.

“Lo que pasó (el acuerdo entre los molineros y Agricultores Federados, a instancias del Ministerio de Agricultura) es una demostración más de cómo la discrecionalidad ha anulado la competencia y la sociedad libre en el comercio de granos”, manifestó Hugo Luis Biolcati, titular de la SRA.

La Mesa de Enlace entró nuevamente en crisis cuando la cartera de Agricultura, que conduce Julián Domínguez, acordó con la Federación de Molinos la compra de 500.000 toneladas a la empresa cooperativa Agricultores Federados, entidad vinculada con FAA. Biolcati y Mario Llambías, titular de CRA, cuestionaron duramente ese acuerdo, y manifestaron su total rechazo hacia cualquier tipo de intervencionismo estatal.

“El reciente acuerdo fue una política acertada, porque discrimina entre los productores, que es lo que venimos solicitando desde hace varios años. Sin embargo, tenemos que reclamar también que esa intervención virtuosa sea sostenida en el tiempo y que se universalice entre todos los pequeños y medianos productores”, indicó a Página/12 Pedro Peretti, director de FAA.

El resto de los integrantes de la Mesa de Enlace intentó bajarle el tono al conflicto al señalar que “no hay una ruptura de la Mesa de Enlace”, indicó ayer Biolcati. El ruralista intentó explicar los motivos de las negociaciones llevadas adelante por FAA: “El argumento de Buzzi es que en un sistema corrupto que él combate junto con nosotros hay ciertas necesidades de la producción que deben contemplarse. Es un poco como el clientelismo: el sistema es perverso, pero si a un hambreado le ofrecen un plato de sopa, ¿cómo le va a decir uno que se niegue a recibirlo?”.

Según el Ministerio de Agricultura, la molinería debería adelantar la compra de 1,5 millón de toneladas para consumo interno entre enero y febrero. En este sentido, 500.000 toneladas ya fueron compradas a AFA y el millón restante podría incluir a las restantes cooperativas del sector. “Creo que la Argentina va hacia un proceso donde el Estado intervendrá cada vez más en el comercio de granos, como un garante para el almacenamiento de lo que es el abastecimiento interno”, había señalado el ministro Domínguez en un reportaje publicado por este diario el domingo pasado.

Luego del último lockout patronal, el mercado granario volvió a mostrar movimiento en sus operaciones. Por fuera del acuerdo con el Gobierno, AFA logró vender trigo de exportación, de manera directa, por un total de 64.000 toneladas al FAS Teórico (928 pesos), lo que equivale al 0,9 por ciento de los 7 millones de toneladas liberadas para la exportación.

Así se lo confirmó a este diario Carlos Trevisi, titular de AFA. Sin embargo, todavía falta que los grandes jugadores del sector (Bunge, Cargill, AGD y Molinos, entre otros) comiencen a comprar trigo.

“Hay un tinte político en las críticas de Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas a la gestión oficial. Son inexplicables sus objeciones, ya que las medidas adoptadas no hacen más que transparentar el mercado y favorecer al pequeño y mediano productor”, indicó Alberto España. titular de la Federación de Molinos.

La Mesa de Enlace volverá a reunirse el martes. Los dirigentes habían acordado analizar posibles medidas de fuerza vinculadas a la comercialización del trigo. Sin embargo, en sus agendas el punto central serán sus diferencias internas.

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