Sábado, 29 de enero de 2011 | Hoy
EL PAíS › GONZALO RUANOVA, LEGISLADOR PORTEñO POR NUEVO ENCUENTRO
Por Werner Pertot
Con un mate de calabaza en mano, quizá para no extrañar sus vacaciones en la costa uruguaya, Gonzalo Ruanova plantea que en la ciudad de Buenos Aires tiene que haber un frente entre todos los espacios progresistas. En su oficina, con una foto de Evita de fondo, el legislador sabbatellista sostiene que “Macri lanzó su posible candidatura a presidente como una vía de escape en la ciudad. Se está queriendo escapar”.
–¿Está descartado que Martín Sabbatella se presente a jefe de Gobierno?
–Hoy, lo más probable es que Sabbatella sea candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires. Nos parece que es importante plantar una figura en el conurbano que defienda este rumbo.
–¿Y usted qué piensa que tendría que hacer?
–A mediano plazo, cualquier fuerza que tenga expectativas de llegar al poder tiene que construir en provincia, más allá de que yo creo que hoy Sabbatella sería un excelente candidato para confrontar en la ciudad. Nos evitaría cualquier tipo de discusión para hacer un frente amplio y generoso, y además con capacidad de gestión.
–Si no es Sabbatella, ¿quién es el candidato de ustedes?
–Tanto Gabriela (Cerruti) como Vilma (Ibarra) son excelentes opciones. Pero lo que nos piden hoy los porteños es que armemos un frente político con capacidad de ganarle a Macri.
–¿En ese frente incluiría al kirchnerismo?
–Sin duda. Hay que hacer un esfuerzo para armar un frente plural.
–¿El esfuerzo sería el mismo si el candidato es Tomada, Filmus o Boudou?
–El esfuerzo es armar el frente. Las demás fuerzas definirán sus candidatos.
–¿Le da lo mismo cualquiera de ellos?
–Hay que armar el frente político único. Que Macri tenga posibilidad de gobernar cuatro años más sería un error histórico grosero para cualquier fuerza progresista.
–¿Y Proyecto Sur?
–Me parece que decidieron otro camino. Tienen una lectura de esta etapa con la que yo no coincido en nada. Pero me gustaría que Delia Bisutti, Adrián Camps o Jorge Selser fueran parte de esto. El mejor modelo fue el de 2003, donde estaba Aníbal Ibarra, pero en el frente político iban muchas fuerzas, del ARI al peronismo.
–Ya que hablamos de Ibarra, él está lanzado a jefe de Gobierno...
–Aníbal es un actor interesante, pero en esta etapa no me lo imagino encabezando un frente, sino acompañando. Para ganarle a Macri hay que bajar los egos personales de cada uno. Se le puede decir al porteño que puede haber un gobierno en la ciudad con sintonía con lo nacional: mientras el Gobierno se desendeuda, Macri toma más deuda. En Morón, cuando tenían el problema de la Villa Carlos Gardel, no fueron con palos y gases a sacarlos, hicieron un programa de urbanización. Y hoy es un barrio.
–¿No piensa que el candidato del PRO tiene chances de reelegir?
–Macri lanzó su posible candidatura a presidente como una vía de escape en la ciudad. Se está queriendo escapar. Se escapó estos cuatro años de los problemas y ahora escapa con la candidatura para no hacerse cargo de lo que prometió y no cumplió. Hay condiciones de disputarle una segunda vuelta, cuando van a tener que explicar qué hicieron en la gestión. El marketing te alcanza para una campaña pero no para gestionar. Macri desmostró que el envase que nos vendía tenía un contenido viejo: prometió diez kilómetros de subte por año y nos dio cien bicisendas, prometió diez mil viviendas por año y en 2010 hizo 181, prometió un equipo eficiente y te trajo al Fino Palacios y a Abel Posse, que le sacaban con un plumero las telarañas de la catacumba donde lo sacaron. Cuando no construye los subtes, le echa la culpa al Club de París; cuando se inunda, le echa la culpa al Servicio Meteorológico, y cuando no hace la autopista Illia le echa la culpa al gobierno nacional. Evade constantemente la responsabilidad. En la ciudad tuvimos una oportunidad de construir una policía diferente y copiaron un modelo que fracasó: una banda de comisarios con un ex comisario a cargo. Los mecanismos de selección de la Metropolitana eran más laxos que para entrar de repositor a un supermercado. Tuvo a los dos primeros jefes detenidos y sufrió 14 purgas.
–¿Hay posibilidades de aprobar el Presupuesto 2011?
–Va a tener que ver con la actitud de Macri. Hasta ahora, no lo permitió. Fue un muy mal antecedente que el PRO no diera quórum para discutir el Presupuesto en Nación. Los legisladores sentimos que muchas veces el Ejecutivo nos toma el pelo, porque las partidas que votamos se usan para otra cosa. No podés sacarles 10 millones a los comedores para publicidad. Tampoco le hace bien a la ciudad la especulación con la fecha de las elecciones. Macri debería decidir a qué va a ser candidato y poner la fecha.
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