Tras haber alcanzado un valor de 108 dólares por barril, la cotización del petróleo del Mar del Norte (tipo Brent) cerró ayer en Londres a un nivel de 105,74 dólares, como repercusión directa de la tensión política en los mercados por la situación en Libia. El crudo Brent, de referencia para toda Europa, trepó en la jornada más de un 3 por ciento y se ubicó en su mayor precio desde la crisis de 2008. Esta vez, a diferencia de las semanas anteriores cuando la situación en Egipto también provocó desequilibrios en los valores internacionales, la subida del petróleo arrastró además a los metales preciosos. El oro volvió a un máximo de 1408 dólares la onza y la plata a 33,90 dólares para la misma unidad de medida.

Las noticias de las multitudinarias manifestaciones y la brutal represión desatada en Libia provocaron inquietud en Europa. La Bolsa de Milán lo reflejó con una caída del 3,6 por ciento, con un impacto directo en sectores como petróleo, bancario y construcción. El grupo petrolero ENI es el principal productor extranjero en Libia, Impregilo interviene en numerosas obras en ese país y el banco Unicredito, la mayor entidad financiera italiana, no sólo tiene actividad en el país de Khadafi sino que, además, el gobierno de este último tiene participación accionaria en el mismo. Las pérdidas de los títulos de cada uno de ellos oscilaron ayer entre el 5 y el 6 por ciento.

También hubo bajas, aunque menos sensibles, en el resto de las Bolsas europeas: Madrid un 2,4 por ciento, y Londres, París y Frankfurt, entre 1,1 y 1,4 por ciento. Nueva York no operó, por el feriado nacional del Día de los Presidentes.

Las principales compañías petroleras extranjeras que operan en Libia iniciaron ayer un proceso de evacuación de su personal, ante el riesgo que implica la creciente violencia en ese territorio. La española Repsol, presente en el país desde la década del ’70, ordenó ayer comenzar a retirar a su personal y familiares, cerca de 70 personas, “en resguardo de su seguridad”. Lo mismo habrían resuelto en el último fin de semana la francesa Total, la británica BP, la austríaca OMV y la noruega Statoil, que ya pusieron en marcha los operativos de repatriación. El grupo italiano ENI indicó que, por ahora, evacuará exclusivamente al personal “no esencial” junto con sus familiares, de forma tal de no afectar sensiblemente sus operaciones en Libia.

BP, en cambio, se prepara para evacuar en las próximas 48 horas a una parte de su personal en Libia, donde emplea a 140 personas, decisión que conllevará la suspensión de las perforaciones en el oeste del país, en la región de Gadamés. El grupo británico todavía no produce hidrocarburos en el país africano.

Wintershall, de Alemania, fue la primera en repatriar a 130 personas entre personal y sus familiares. Las operaciones de extracción de gas y petróleo están garantizadas con el personal libio contratado por la empresa. Statoil, en cambio, al tiempo que comenzó la evacuación de Trípoli, decidió el cierre de su sede en esta capital.

Libia es el noveno productor entre los 12 miembros de la OPEP, con 1,57 millón de barriles diarios. Exporta el 79 por ciento de su bombeo a Europa. En el último informe mensual de la OPEP, Libia aparece ubicada, por producción, delante de Argelia, Qatar y Ecuador.