El Indec informó el viernes pasado que el Producto Interno Bruto (PIB) argentino trepó 9,2 por ciento el año pasado. Es el mayor porcentaje de crecimiento de la era kirchnerista y uno de los más altos del mundo. Sin embargo, no le alcanzó para sumarse al selecto grupo de los que avanzaron a una tasa de dos dígitos. Página/12 detalla quiénes fueron y en qué sectores basaron su expansión.

- Qatar. Este principado de apenas 11.586 kilómetros cuadrados había crecido a un insólito 18 por ciento durante la recesión mundial de 2009 y el año pasado mantuvo un nivel similar al incrementar su producto un 19,4 por ciento. La exportación de gas natural licuado es el principal motor de la economía, combinado con una estrategia de diversificación que contempla el desarrollo tecnológico, los servicios financieros, el transporte y la infraestructura. El FMI informó hace pocos días que en 2011 Qatar podría llegar a crecer al 20 por ciento. Si se confirma esa proyección, pasaría a tener el PIB per cápita más alto del mundo (hoy es de 80.000 dólares), superando a No-ruega y Luxemburgo, países a los que ahora escolta.

- Singapur. Luego de la leve caída que registró en 2009, el año pasado se recuperó con un crecimiento de 14,7 por ciento, superando el record de 13,8 por ciento que había logrado en 1970. La suba tiene un mérito doble porque esta economía del sudeste asiático posee una población cercana a las cinco millones de personas con uno de los PIB per cápita nominal más altos del mundo (39.000 dólares). El Ministerio de Comercio e Industria informó que la mejora se debió a un aumento fuerte en la producción de bienes electrónicos y biomédicos. El sector manufacturero en su conjunto experimentó un rebote de 29,7 por ciento, en comparación con la caída del 4,2 por ciento de 2009. La construcción subió 6,1 por ciento y los servicios 10,5 por ciento.

- Paraguay. Creció 14,5 por ciento el año pasado, superando incluso el record de 12 puntos que el país había logrado en 1978, cuando estaba en construcción la central hidroeléctrica Itaipú. Luego de haber retrocedido un 3,8 por ciento en 2009 por la sequía y la crisis financiera global, la economía se recuperó de la mano del sector agrícola (32 por ciento), la industria (8,3 por ciento), el comercio (8,9 por ciento). El producto estrella fue la soja. Se logró la mayor cosecha de la historia del país (7,5 millones de toneladas) y eso se potenció con la suba en la cotización internacional de la oleaginosa. Además, la exportación de carne le reportó 970 millones de dólares, casi un 70 por ciento más que el año anterior.

- Turkmenistán. Su producto bruto creció 11 por ciento el año pasado. El principal recurso de esta ex república socialista soviética son las reservas de gas. Históricamente dependió de un sistema de transporte diseñado en el período soviético bajo principios centralizados, lo que le permitió a Moscú beneficiarse con precios de compra del gas muy por debajo de la cotización internacional y a la empresa rusa Gazprom monopolizar las exportaciones del gas turkmeno en el mercado mundial. Sin embargo, en 2006 el entonces presidente Niyazov firmó un acuerdo marco con China para la construcción de un nuevo gasoducto con una capacidad de transporte de 30.000 millones de metros cúbicos anuales. En agosto de 2007 empezó su construcción y el 14 de diciembre de 2009 se inauguró la línea completa. La obra fue financiada por China, que es propietaria y operadora del gasoducto a través de China National Petroleum Corp (CNPC). Además, CNPC obtuvo, en diciembre de 2009, la explotación de yacimientos en las regiones de Bagtyyarlyk y South Yolotan. A principios del año pasado, también se inauguró otro gasoducto de 30,5 kilómetros para venderle gas a Irán. Eso sin descuidar las tradicionales exportaciones a Rusia.

- Taiwan. Logró la mejor marca de los últimos 24 años al crecer 10,8 por ciento en 2010. Las crecientes inversiones extranjeras en la isla vienen siendo clave para apuntalar la expansión y a ese escenario se le sumó en junio del año pasado un Acuerdo Marco de Cooperación Económica con China que permitió dejar atrás seis décadas de rivalidad y desconfianza mutua. Pekín comenzó a recortar aranceles a productos de la isla valorados en 13.840 millones de dólares, mientras Taipei hizo lo propio con artículos chinos valuados en 3000 millones. El pacto le permitió, además, a las compañías taiwanesas el acceso a once sectores de servicios en el continente, entre ellos, el bancario, seguros y hospitales.

- Congo. Encabezó el ranking de crecimiento en el continente africano con una suba de 10,3 por ciento de su producto, debido al incremento en la demanda mundial de metales, minerales y petróleo y al crecimiento de su inversión en infraestructura. Uno de los pilares de la recuperación es el convenio que Joseph Kabila firmó en abril de 2008 con un grupo de empresas chinas. Allí se estableció que el gigante asiático pondría 9000 millones de dólares para financiar la construcción de carreteras, ferrocarriles, hospitales y viviendas. A cambio, Kabila se comprometió a ceder 10 millones de toneladas de cobre y 400 mil de cobalto. La presión del FMI hizo que, a comienzos del año pasado, Kabila anunciara la revisión del convenio por el riesgo de sobreendeudamiento que supone. Sin embargo, esa revisión sólo supuso una reducción del financiamiento chino. De hecho, en enero el viceprimer ministro chino, Hui Liangyu, visitó el Congo y aseguró que la relación bilateral continuará fortaleciéndose.

- China. Desde hace casi dos décadas crece a tasas cercanas al 10 por ciento anual. El año pasado no fue la excepción y el incremento de 10,3 por ciento le permitió ubicarse como la segunda economía del planeta, detrás de los Estados Unidos. La inversión extranjera directa es uno de los pilares de esta notable expansión. En 2010 creció 17,4 por ciento, llegando a 105.740 millones de dólares, distribuidos fundamentalmente en la industria manufacturera, los servicios y el sector inmobiliario.

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