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El salario promedio en la Argentina es de 524,2 pesos mensuales, cifra que alcanza a cubrir alrededor del 70 por ciento de una canasta básica de alimentos, bienes y servicios. La mitad de la población, a su vez, obtiene ingresos iguales o menores a 400 pesos mensuales. Con ese dinero se puede alcanzar sólo el 55 por ciento de los productos que integran esa canasta. Estos datos, que corroboran que más de la mitad de los argentinos son pobres, surgen de una ampliación de la información de la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el Indec.
Un análisis de los ingresos salariales por regiones revela que la situación más aguda se da en el Noreste: la mitad de la población consigue 280 pesos o menos por mes. Después le sigue el Noroeste, con 300 pesos, mientras que en las regiones pampeana y en la Patagonia, la media se ubica en 350 pesos. La media no debe confundirse con el salario promedio, ya que aquel concepto divide a la población entre los que ganan más o menos de determinado monto.
Otro dato que aporta la ampliación de la EPH es que el empleo en negro creció al 44,2 por ciento, nivel que supera el 50 por ciento en las provincias del norte. En cuanto a la calificación de las personas ocupadas, el 42 por ciento se ubica dentro de la categoría “operativa”, mientras que el 29 por ciento no tiene ninguna calificación, el 18,7 por ciento tiene una calificación “técnica” y el 9,1 por ciento, “profesional”.
La directora permanente de la EPH, Clide Trabuchi, señaló que el ingreso de los asalariados sufrió una caída entre mayo y octubre de 2002 cercana al 3 por ciento. El mejor promedio salarial se observa en la Patagonia, adonde los sueldos promedio son de 661,3 pesos. La segunda región con mejor ingreso es la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, con un valor de 698,7 pesos. Luego se ubica la región pampeana con salarios por 446,2 pesos, y le sigue Cuyo, con 425,4.