Viernes, 20 de mayo de 2011 | Hoy
ECONOMíA › DEBATE EL G-20 LA REGULACIóN GLOBAL DEL PRECIO DE LOS ALIMENTOS
En la primera jornada de trabajo sobre la volatilidad en el precio de los alimentos en el mundo, Argentina presentó un proyecto para estabilizar los mercados con herramientas financieras. Francia se bajó de su propuesta de precios máximos.
Por Cristian Carrillo y Tomás Lukin
El debate entre las principales economías del mundo acerca de los precios de los commodities arribó a Buenos Aires. Los ministros de Economía y Agricultura de los países que integran el G-20 se reunieron ayer en un hotel de Recoleta para discutir herramientas y políticas que permitan suavizar las volatilidades que muestran las materias primas. En ese intercambio sobresalieron las posturas de Argentina, país anfitrión, y de Francia, que preside el G-20. El ministro de Economía, Amado Boudou, inauguró las sesiones de trabajo, que se extenderán hasta hoy, señalando que la “alta volatilidad del precio de los alimentos tiene que ver con la especulación financiera de los fondos de inversión”. Es por eso que exhortó a sus pares a aumentar la oferta y, si es necesario regular, que sea sobre los mercados financieros. El ministro francés, Bruno Le Maire, fue cuidadoso en sus definiciones durante el encuentro, ya que la administración Sarkozy apunta a regular los precios de los productos agrícolas. “Francia no quiere limitar el precio de las materias primas, sino evitar la volatilidad y la especulación financiera”, señaló Le Maire.
La discusión sobre el precio de los commodities se reavivó en los últimos años a partir de la crisis internacional, tras la cual se exhibió un fuerte incremento en los valores de sus derivados financieros (futuros). Esto generó fantasmas de una nueva burbuja especulativa, ya que no se trataba de un aumento de la demanda física de esos productos para consumo, sino que se utilizaban como “refugio” para momentos de turbulencia. A principio de año, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, sugirió que se apliquen controles a los precios de los commodities, como una manera de “combatir la pobreza del mundo”. La Argentina, al igual que otros países productores de materias primas, rechazaron la propuesta. En cambio, respaldan un mayor control de las operaciones especulativas que se realizan con sus derivados financieros. La Argentina ofreció entonces ser anfitriona de un taller de trabajo para discutir este tema, lo cual le fue concedido.
“La decisión del presidente Sarkozy de plantear el tema de los commodities como eje central en la agenda del G-20 es acertada y relevante y requiere una discusión franca, abierta, diversa y plural”, señaló el ministro al inaugurar el debate. La postura argentina al respecto reconoce un aumento en la demanda real proveniente de los países asiáticos por alimentos. “Lo que más incide es la falta de stock que, ante cualquier aumento en los pedidos, repercute en el precio”, explicaron a este diario desde el Ministerio de Agricultura. Es por eso que la presentación, que encabezó el equipo de Finanzas, se basó en la posibilidad de “reducir la volatilidad de los precios hasta que se estabilicen, a partir de las mismas herramientas financieras que existen actualmente”. Desde el equipo que lidera Hernán Lorenzino, reconocieron a este diario que la propuesta de Sarkozy “no logró pasar ninguno de los tamices técnicos, por eso las declaraciones de Le Maire estuvieron más en línea con la postura argentina”.
El ministro de Agricultura francés aseguró que su país no busca limitar el precio de las materias primas, “sólo quiere evitar la especulación financiera que se realiza con las mismas”. “Si los precios suben, esto es bueno tanto para los productores franceses como para los argentinos”, agregó Le Maire, durante una conferencia que brindó junto a su par argentino, Julián Domínguez, previa al encuentro del G-20. Las mismas palabras reiteró en la inauguración del workshop. Domínguez sostuvo que la Argentina “no va a sacrificar a sus productores en aras de la volatilidad de los mercados”. “Hay millones de habitantes que nos reclaman un diálogo responsable en torno de la producción de alimentos. Es nuestro deber satisfacer la demanda de alimentos, según lo pedido en el último encuentro de la FA0 (Food and Agriculture Organization). Si queremos evitar los sobresaltos, tenemos que lograr más producción, más tecnología, con un proceso genuino de crecimiento y desarrollo”, aclaró.
Hoy el equipo de Agricultura presentará, luego del debate sobre la energía, un estudio acerca de la necesidad de una coordinación internacional para evitar la volatilidad de los mercados financieros. “Es un tema importante no sólo para los países centrales, sino para todos los mercados, donde persisten situaciones de extrema pobreza”, señaló Boudou en su alocución. El ministro detalló que la posición de la Argentina, junto a la de otros países, se basa en aumentar la oferta de materias primas. “Se requiere de mayores niveles de inversión, mejores prácticas y tecnologías que hagan sustentable la mejora en la producción. Eso es parte de la solución”, concluyó.
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