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“Si hay dos sectores que no tienen derecho al pataleo son el petrolero y el rural”, enfatizó ayer Roberto Lavagna, al volver a rechazar cualquier aumento de los combustibles. Mientras el ministro insistía en su rechazo a sentarse a negociar con las empresas del sector, éstas mantenían intensas negociaciones para definir una propuesta para elevar al Gobierno. Finalmente, productores y refinadores se pusieron de acuerdo en proponer una extensión del acuerdo vigente, evitando subas en los precios internos si el crudo a nivel internacional se ubica entre 25 y 36 dólares el barril. El compromiso incluye asegurar el abastecimiento de gasoil, combustible con el que podría llegar a haber problemas este año. A cambio, el Gobierno debe asegurarle al sector que no elevará las retenciones y que las disminuirá gradualmente si el precio del crudo cae de 25 dólares. Con esa idea pretenden entrevistarse pasado mañana o el martes con Lavagna. Por ahora, el jefe de Economía se muestra inflexible. “Desde que empezó la crisis –recordó ayer– el gasoil aumentó el 221 por ciento y las naftas el 128 por ciento”.