El gobierno de Brasil implementó nuevas medidas para aplacar la sostenida apreciación del tipo de cambio. Luego de que la cotización del dólar alcanzara su valor más bajo desde 1999, el Poder Ejecutivo estableció nuevas medidas para frenar ese proceso. Entre ellas se destaca un nuevo impuesto del uno por ciento sobre aquellas operaciones financieras donde la posición de venta supere la posición de compra. El objetivo es desincentivar prácticas especulativas de corto plazo. Así, cuando una operación de préstamo sea tomada por un plazo superior a 720 días y sea liquidada anticipadamente, el inversor tendrá que pagar cargos de mora y multa. A su vez, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, anunció que el Consejo Monetario Nacional está autorizado a regular el mercado de futuros y derivados. Una de las primeras medidas establece que todas las operaciones financieras deberán ser registradas. “Están apostando que el dólar se va a depreciar y ganan cuando eso sucede. Es como si ejercieran una presión vendedora. Establecimos medidas que dificultan la especulación”, consideró Mantega.