Viernes, 30 de septiembre de 2011 | Hoy
ECONOMíA › UN EVENTUAL DEFAULT DEL PAIS HELENICO OCASIONARIA GRAVES DAÑOS A LA BANCA FRANCESA Y ALEMANA
Si Grecia cayera en cesasión de pagos, golpearía con fuerza a la banca internacional, que tiene títulos de ese país por 138 mil millones de euros. El riesgo todavía es mayor si se produce el contagio de Irlanda, Portugal, Italia y España.
Por Javier Lewkowicz
La banca de los dos países más poderosos de la Zona Euro, Alemania y Francia, concentra el 58,3 por ciento de la deuda externa griega (pública y privada) que está en el sistema financiero internacional. Las entidades estadounidenses, por su parte, tienen un nivel muy alto de derivados vinculados con esos papeles, según datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS en inglés) correspondientes al primer trimestre de 2011. La deuda de otras economías debilitadas de Europa muestra un panorama similar. En este marco, los violentos planes de ajuste fiscal que están llevando a cabo diversos países tendrían como finalidad asegurar el cumplimiento de sus compromisos externos para evitar el default y, en especial, una salida del euro, que perjudicaría seriamente al establishment financiero.
Los bancos extranjeros tienen títulos de deuda griega por un total de 138 mil millones de dólares, una cuarta parte del total de los compromisos externos de ese país. De esa cifra, unos 45 mil millones corresponden a títulos públicos, 11 mil millones a emisiones de deuda de bancos griegos y 82 mil millones, a bonos de empresas privadas. También acumulan deuda externa helénica empresas del sector no financiero, tenedores individuales, organismos internacionales de crédito y fondos de inversión, entre otros. Pero es significativo analizar las acreencias de los bancos porque son actores que, por su peso en el esquema de las finanzas globales, tienen mucha influencia sobre las decisiones de política económica.
Casi la totalidad de la deuda externa de Grecia en manos de bancos está en entidades europeas. En particular, los bancos franceses tienen activos griegos por casi 57 mil millones de dólares, el 41,2 por ciento de la deuda externa total en poder de las entidades financieras. El sector privado no financiero de Grecia es el más endeudado con las entidades bancarias francesas. Alemania tiene casi 24 mil millones de dólares en papeles griegos, el 17,2 por ciento del total que desde Grecia se colocó en bancos extranjeros, que se explica, a diferencia de la deuda en Francia, por títulos públicos.
Los bancos estadounidenses, por su parte, tienen cerca de nueve mil millones de dólares en deuda helénica. Sin embargo, esas entidades poseen 38 mil millones en títulos derivados de papeles griegos, más de la mitad de la totalidad de ese tipo de activos que circulan por los bancos del mundo, emitidos en buena medida por las instituciones europeas. En tanto, el sistema bancario italiano tiene cinco mil millones de dólares de deuda de Grecia, bastante más que España, que sólo tiene mil millones.
La situación del euro es muy compleja, porque una caída de Grecia podría disparar ventas masivas de otros títulos de países que también tienen fragilidad financiera, como Irlanda, Portugal, España o Italia. Eso elevaría las tasas y complicaría aún más el pago de sus compromisos financieros. El grueso de la deuda de esos países también está en instituciones financieras europeas. La mayor parte fue emitida por el sector privado no financiero. Las empresas en la parte alcista del ciclo económico se endeudaron en moneda extranjera (en este caso en euros, cuya emisión de todas formas los países de origen no controlan) y así aumentaron su fragilidad financiera. En caso de que los países optaran por salir del euro y devaluar, las consecuencias se sentirían inmediatamente sobre la capacidad de repago de las deudas del sector privado.
La deuda externa de Irlanda en el sistema bancario es de 470 mil millones de dólares y hay otros 200 mil millones en títulos derivados. De la Zona Euro, los principales acreedores son, por lejos, los bancos alemanes, que tienen 117 mil millones de deuda y casi 39 mil millones en derivados. En el caso de Portugal, algo menos de la mitad de la deuda está en bancos españoles, emitida por las empresas que trabajan en ambos lados de la frontera. La deuda española, por su parte, se concentra en los bancos alemanes, expuestos sobre todo a entidades financieras ibéricas, aunque también en títulos públicos y acciones de empresas no financieras. Casi la mitad de los papeles italianos está en bancos franceses.
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