ECONOMíA › SUBIO EL PETROLEO, CAYERON WALL STREET Y EL DOLAR
Lunes negro para las bolsas
Fue otro lunes negro para Wall Street y la mayoría de las bolsas mundiales. La constatación de que la guerra en Irak será mucho más larga y costosa de lo que pronosticaba el Pentágono, disparó una serie de señales que acentúan la debilidad de la economía norteamericana: precios del petróleo en alza, fuerte caída de las bolsas, y depreciación del dólar contra el euro.
En Nueva York, el índice Dow Jones, de la principales compañías que cotizan en Wall Street, cayó 1,9 por ciento, mientras que el Nasdaq, conformado por las acciones de las empresas de tecnología bajó 2,1 por ciento. En Europa, en tanto, la bolsa de Francfort descendió 3,8 por ciento; la de Londres 2,6 por ciento; la de Madrid 2,6 por ciento; y la de París 4,2 por ciento.
Por su lado, los precios del petróleo reiniciaron su carrera alcista, en parte como consecuencia de las noticias que llegan desde Irak y en parte por la crisis política que vive Nigeria, el mayor productor de crudo de Africa (ver aparte). El tercer elemento que completa el cuadro económico de la guerra es la persistente declinación del dólar frente al euro: ayer, por sexto día consecutivo, el euro siguió fortaleciéndose y superó los 1,09 dólares. En los últimos doce meses, la moneda de la unión europea ya se apreció alrededor de un 20 por ciento en relación al dólar.
Conceptualmente, la caída de las bolsas significa que los inversores están previendo que las empresas que cotizan en ellas van a vender menos y obtener menos ganancias en el futuro; es decir, avizoran un panorama recesivo. En el caso de Wall Street influyó a esa percepción la difusión de algunos datos negativos del sector manufacturero norteamericano. Pero lo que está pesando de manera decisiva, tanto en Estados Unidos como en Europa, es el temor de que la guerra se extienda mucho más de lo previsto, como lo reconocieron durante el fin de semana funcionarios del Pentágono. Una situación en el que las fuerzas norteamericanas quedan empantanadas en su invasión a Irak, se multiplican los atentados terroristas y existen crecientes dificultades en los suministros de petróleo, es el escenario más temido por los inversores. De confirmarse, el precio del crudo seguiría en aumento, y la economía norteamericana, mayor importador mundial, no podría escapar a la recesión, así como tampoco podría hacerlo Europa.
Sin embargo, la situación de Estados Unidos es todavía más complicada. Porque George W. Bush está elevando fuertemente el gasto militar, mientras proyecta reducciones impositivas para los sectores de mayores ingresos. Ese plan puede llegar a cerrar con una economía en crecimiento, pero en recesión suena explosivo. Justamente, la devaluación del dólar expresa la pérdida de confianza de los inversores en la economía norteamericana, que optan por hacer sus valijas y salir de Estados Unidos rumbo a Europa.