La actividad económica creció en noviembre 7,6 por ciento en forma interanual y acumuló en los once primeros meses del año pasado una suba de 9,1 por ciento. A diferencia del desempeño de comienzos de 2011, la tracción sobre la economía en noviembre no provino de la industria, que igualmente creció, pero por debajo del promedio. En cambio, el sector de servicios explicó, por el lado de la oferta, la dinámica positiva. Por su parte, el comercio exterior mejoró su impacto favorable en términos de crecimiento, ya que las exportaciones subieron en noviembre por encima de las importaciones. En términos mensuales, el avance en noviembre fue de 0,8 por ciento. Según estimaciones del Banco Central, la economía crecería un 6 por ciento en 2012. Consultoras privadas esperan un avance menor, en torno de la mitad de esa cifra.

De acuerdo con los datos del Indec, el valor más alto de crecimiento anual en 2011 tuvo lugar en agosto, con un 10,1 por ciento. De ahí en más se verificó una leve desaceleración, con un 8,9 en septiembre, 8,1 en octubre y 7,6 en noviembre. Sin embargo, se mantiene una dinámica muy positiva, superior a la que muestran la mayoría de los países de la región y a la de los países desarrollados. La profundización de la crisis internacional, que impacta sobre países que adquieren mercancías producidas en la Argentina, como en el caso de Brasil, y la intención oficial de moderar la expansión fiscal, determinan que en 2012 el crecimiento económico se perfile en un escalón más bajo en relación con la fuerte dinámica positiva observada en 2010 y 2011.

En noviembre, la actividad manufacturera avanzó por debajo del promedio general de 7,6 por ciento. El Estimador Mensual Industrial (EMI) que calcula el Indec reflejó una suba interanual de 3,5 por ciento. El sector automotor, que lideró el desempeño industrial desde la salida de la convertibilidad, no creció en noviembre, a raíz del estancamiento de la producción en Brasil, que demanda una buena parte de los autos fabricados a nivel local. En tanto, la siderurgia avanzó 0,5 por ciento, mientras que la industria vinculada con la construcción, 3,4 por ciento.

Un mejor desempeño mostró la metalmecánica, con una suba de 12,5 por ciento, edición e impresión (6,7) y la industria química, con 4,8 por ciento. La industria alimentaria creció 7,7 por ciento, movilizada por la molienda de cereales y oleaginosas y el sector de bebidas, mientras que carnes rojas y yerba mate mostraron caídas, al igual que tabaco. La industria textil cayó 8,4 y refinación de petróleo 9,2 por ciento.

Por el lado del comercio exterior, en noviembre, por primera vez en el año, las exportaciones crecieron por encima de las importaciones. Eso permitió casi duplicar el superávit comercial del mismo período de 2010, con impacto favorable sobre la tasa de crecimiento de la economía. En particular, las importaciones avanzaron un 12 por ciento, alrededor de la tercera parte del desempeño que venían mostrando en el año. Esa desaceleración es reflejo de la fuerte correlación entre el movimiento en las compras al exterior y la actividad industrial.

Por el lado del consumo, los datos oficiales marcan que en noviembre las ventas en los supermercados crecieron 19,2 por ciento en términos anuales, mientras que esas operaciones en los grandes centros de compra registraron un avance de 20,6 por ciento.

Las perspectivas para 2012 son optimistas pero el desempeño no sería tan positivo como el que mostró la economía el año pasado. El Presupuesto confeccionado por el Gobierno y aprobado por el Congreso contempla un crecimiento de 5,1 por ciento, aunque el Banco Central calcula que podría ascender a 6 por ciento. En tanto, la Cepal informó, a fines de diciembre, que estima un avance de 4,8 por ciento, mientras que el Banco Mundial revisó a la baja recientemente su cálculo de crecimiento para la Argentina y lo ubicó en un 3,7 por ciento. La entidad multilateral de crédito espera que Brasil crezca en 2012 un 3,4 por ciento.