Domingo, 26 de febrero de 2012 | Hoy
ECONOMíA › ENTREVISTA A MARTIN BUZZI, GOBERNADOR DE CHUBUT Y PRESIDENTE DE LA OFEPHI
Buzzi responsabiliza a la filial de Repsol por la situación crítica del sector y dice que si en dos semanas no hay un cambio de actitud avanzará con la reversión de las áreas de la firma en Chubut.
Por Fernando Krakowiak
El gobernador de Chubut, Martín Buzzi, es además presidente de la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), el organismo que está presionando a las petroleras junto con el gobierno nacional para que inviertan más. En diálogo con Página/12, Buzzi responsabilizó a YPF por la situación crítica que atraviesa el sector. “La realidad de YPF es decadente y si no dan señales en dos semanas, nuestra decisión en Chubut es avanzar con la reversión de las áreas”, afirmó. El mandatario cuestionó con dureza a los directivos de la multinacional. “Hay un consenso enorme sobre el pésimo nivel de gerenciamiento que tiene la organización. Por eso nadie sale a defenderlos”, agregó.
–La Ofephi informó que los gobernadores van a exigirles a las petroleras metas de producción por yacimiento luego de monitorear el estado en que se encuentra cada uno, ¿están en condiciones de hacer eso en el corto plazo?
–Eso se puede hacer porque la información por yacimiento la tiene cada uno de los Estados provinciales. Lo que se estableció son los volúmenes de producción y el equipamiento que tiene que tener cada uno de los yacimientos. Este último dato es clave porque la actividad petrolera y gasífera está muy ligada a cuántos equipos perforando existen. La actividad de perforación es lo que marca cuál es el nivel de producción. Si en el conjunto de las cuencas de Argentina se hicieran 1500 pozos por año en lugar de 1200, no deberíamos tener problemas de producción.
–Algunos analistas del sector sostienen que será difícil hacer el seguimiento por yacimiento porque la información que manejan las provincias es la que les dan las petroleras y esos datos no se chequean.
–Hay información tanto en la Secretaría de Hidrocarburos nacional como a nivel provincial. Nosotros en Chubut venimos haciendo un seguimiento de cada operadora, de cada yacimiento, y sobre la base de eso hay una presentación anual de información donde se detalla la cantidad de pozos a perforar y la gente contratada. Es una actividad formal, que utiliza alta tecnología y tiene un nivel de seguimiento muy importante.
–El documento que firmaron los gobernadores hoy (por el viernes) fija como meta incrementar la producción nacional un 15 por ciento, tanto en petróleo como en gas. Usted aclaró que esa meta se deberá alcanzar en el plazo de dos años, ¿cómo se va a ir monitoreando su cumplimiento?
–Si las petroleras ponen equipos a perforar, eso rápidamente se ve. Un equipo perforando hace una cantidad de pozos determinada por mes. Se nota rápido que se están moviendo, pero no lo están haciendo.
–La caída de la producción nacional de crudo y gas no es algo nuevo.
–Efectivamente, hay una persistencia de esta política, fundamentalmente de YPF, que ha tenido una estrategia de maximización de beneficios y bajo nivel de inversión. No puede ser que tenga problemas simultáneamente en capacidad de producción, en refinación y con los estacioneros por el tema de los cupos. Eso es porque ha tenido una política errada. Hay un consenso enorme sobre el pésimo nivel de gerenciamiento que tiene la organización. Por eso nadie sale a defenderlos. Creemos que la situación ha llegado a un punto límite. Los dos años de plazo son para recuperar el 15 por ciento de la producción nacional, pero yo no voy a esperar dos años a que la producción siga cayendo mientras el señor Brufau nos visita de vez en cuando sólo para hacer anuncios para los diarios y la Bolsa. La realidad de YPF es decadente y si no dan señales en dos semanas, nuestra decisión en Chubut es avanzar con la reversión de las áreas.
–Los datos de la Secretaría de Energía muestran que entre 2003 y 2011 el nivel de reservas y producción de YPF en Chubut aumentó.
–Lo que pasa es que ellos tienen cuatro yacimientos y focalizaron la inversión sólo en Manantiales-Behr. En los otros tres yacimientos (El Trébol, Campamento Central y Escalante) sólo hacen tareas de mantenimiento, los conservan al límite agónico de la subsistencia.
–¿Usted ahora le va a solicitar a la empresa que aumente la producción en esos tres yacimientos?
–Ellos ya saben lo que tienen que hacer. Tienen que hablar menos y hacer más. Nuestra posición es clara: invierten más o vamos a revertir las concesiones. Hasta ahora no vi ninguna señal de YPF que demuestre que está dispuesta a cambiar. La lógica que aplican es de capitalización del socio argentino y repatriación de fondos a España.
–¿Los precios actuales son un incentivo suficiente para incrementar la producción?
–Si el precio fuese el motivo por el que no se produce más, todas las empresas deberían tener el mismo desempeño y eso no es así. En Chubut hay un crecimiento de Pan American Energy, que es una empresa grande, de Capsa, que es una empresa chica, un mantenimiento de Tecpetrol y un achicamiento de YPF en estos tres yacimientos que mencioné. Lo que tienen que hacer es ponerse a producir.
–Los últimos anuncios de YPF estuvieron vinculados con descubrimientos de yacimientos de petróleo no convencional, pero hay dudas sobre la posibilidad de certificar esas reservas por los altos costos de extracción.
–Los yacimientos no convencionales dependen mucho del valor internacional del crudo. Cuando el barril cotizaba a 20 dólares era inviable, pero con los precios actuales la actividad se está desarrollando en el mundo. De hecho, una parte importante de la producción de Estados Unidos está saliendo de las áreas no convencionales. La Argentina tiene un futuro esplendoroso en términos de producción de hidrocarburos en áreas no convencionales.
–Usted hace referencia al precio internacional actual, que está por encima de los 100 dólares el barril, pero las petroleras no reciben el precio pleno.
–Está bien, pero hoy no les estamos pidiendo que desarrollen las áreas no convencionales. Les decimos que al menos incrementen la producción del petróleo convencional que ya conocen, que sacan a 1400 metros y que tienen todos los fierros para hacerlo. Si hay que sacar a 2600 o 3500 metros habrá que ver otras condiciones, pero lo que estamos diciendo es que Argentina tiene petróleo convencional y la capacidad técnica y operativa para sacarlo. En este caso, depende de decisiones de quienes tienen temporariamente el uso de las concesiones.
–Si la empresa no mejora su performance, ¿las provincias tienen recursos para hacerse cargo de los yacimientos que se le quiten a YPF?
–Las opciones son de lo más variadas, pero lo que está claro es que como gobernador de Chubut no me voy a quedar quieto esperando a ver qué van a hacer. Nosotros le vamos a dar un lugar clave a la propia empresa del Estado y también hay inversores privados dispuestos a hacer lo que YPF no hace. Muchos de ellos ya han tomado contacto con nosotros porque les interesa sumarse al negocio.
–Hay provincias que le extendieron a YPF las concesiones el año pasado, ¿en esos casos pueden encontrar obstáculos legales para rescindir los contratos?
–La concesión supone que el Estado le otorga a una empresa un derecho para que extraiga petróleo y gas de un yacimiento determinado, mientras cumple con ciertas condiciones. Cuando eso no sucede, la concesión se revierte. Esa es la manera como se maneja el sector, incluso en Estados Unidos.
–¿Se evaluó la posibilidad de estatizar YPF?
–Hay que ponerla como una opción más dentro del bolillero. Eso va a depender del máximo nivel del Estado nacional. Por nuestra parte, lo que vamos a hacer es avanzar con la reversión de las áreas si YPF no cumple con las expectativas que tenemos.
–También circuló la versión de que el gobierno nacional puede llegar a intervenir YPF...
–No escuché nada sobre eso.
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