Viernes, 4 de mayo de 2012 | Hoy
ECONOMíA › LAS EMPRESAS EXTRANJERAS INVIRTIERON 7243 MILLONES EN 2011
La inversión extranjera fue record en América latina, aunque en el país creció a menor ritmo. El costo del giro de utilidades.
La inversión extranjera directa (IED) en la Argentina fue de 7243 millones de dólares en 2011, un avance del 3 por ciento anual que está por debajo del promedio de la región, determinado mayormente por el desempeño de los capitales extranjeros en Brasil. Según datos publicados ayer por la Cepal, el 55 por ciento de la IED en la Argentina correspondió a nuevos aportes de capital, 31 por ciento a la reinversión de utilidades y 14 por ciento a préstamos entre compañías. La mayor operación en el país fue la compra de una petrolera norteamericana por parte de una china, que consolida a los asiáticos en el sector de hidrocarburos. Cepal también consigna la expropiación de la mayor parte del capital accionario de Repsol en YPF. La entidad subraya que el peso que en la región tiene la remisión de utilidades “pone en evidencia que la IED no es un flujo unidireccional de recursos. Por ello se hace más urgente evaluar aspectos cualitativos de la IED”. En la Argentina, la inversión extranjera se concentra en las empresas privatizadas, recursos naturales y mercados protegidos.
“A pesar de la incertidumbre que todavía reina en los mercados financieros globales, las economías de la región atrajeron importantes cantidades de inversión extranjera directa en 2011, montos que se mantendrían altos en 2012”, destacó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en la presentación del informe anual de la entidad sobre inversión extranjera. América latina y el Caribe recibieron un máximo histórico de 150 mil millones de dólares el año pasado, que representa el 10 por ciento de los flujos de inversión en el mundo. El anterior máximo se registró en 2008, con 137 mil millones, luego cayó en 2009 a 81 mil millones y en 2010 fue de 120 mil millones.
En América del Sur, el flujo de inversiones fue de 121 mil millones el año pasado, lo que representa un avance del 35 por ciento. En Brasil creció 37 por ciento, y explicó casi la mitad del monto total. Chile, con un avance del 15 por ciento, alcanzó un record histórico, al igual que en Colombia y Perú, que quedaron en tercer y cuarto lugar como receptoras de IED en la región, con subas de 92 y 5 por ciento, respectivamente. Curiosamente, donde más creció la IED fue en Venezuela (339 por ciento) y en Ecuador, con el 107 por ciento, dos países donde el discurso del establishment sugiere falta de “seguridad jurídica” y “reglas de juego”.
En la Argentina, la IED en 2011 fue de 7243 millones de dólares, un avance anual del 3 por ciento. Ese flujo se explicó en un 55 por ciento por aportes nuevos de capital y en un 31 por ciento por reinversión de utilidades. Un valor algo mayor registró el peso promedio para la región de la reinversión de utilidades en el total de la IED, del 46 por ciento, aunque en 2002 ese porcentaje era de un 10. Ese avance se explica para la Cepal fundamentalmente por el aumento del stock de IED, que impacta en un incremento de las ganancias. La contracara de ese proceso es el giro de utilidades hacia las casas matrices, que ha crecido de 20 mil millones de dólares en 2002 a 93 mil millones en 2008. En 2010, último dato de Cepal, fue de unos 80 mil millones de dólares.
Por ejemplo, en el sector financiero, tanto el Banco Santander como el BBVA obtuvieron casi la mitad de sus utilidades globales en América latina. Cepal advierte que “las operaciones en la región, especialmente para las firmas españolas, se han constituido en elemento central dentro de su negocio global”, son “un aporte fundamental para equilibrar los balances consolidados de las casas matrices”.
El fuerte incremento en el giro de ganancias refleja que las empresas extranjeras aprovechan el crecimiento de la región, la ampliación de los mercados internos y la mejora en los precios internacionales. La remisión de ganancias, dice la Cepal, aumentó especialmente entre 2005 y 2009, cuando aumentó proporcionalmente más que el stock de IED. Esos flujos evidencian que “la IED no es unidireccional”, indicó Bárcena, lo que implica que el ingreso de divisas a través de las inversiones suponen en algún momento un posterior egreso. Esa mirada pone en cuestión la capacidad que el capital extranjero tiene para aportar en la superación de cuellos de botella en el sector externo. Por eso, Cepal advierte que la IED debe dirigirse a “desarrollar sectores estratégicos, transformar la estructura productiva, acumular conocimiento y contribuir al incremento y la calidad del empleo”. En la Argentina, la mayor operación de IED en 2011 fue la compra por 2450 millones de dólares de la filial de Occidental Petroleum, empresa estadounidense, por parte de la compañía china Sinopec.
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