ECONOMíA › EL FMI TODAVIA NO DICE CUANDO VENDRA LA MISION
Loser tampoco precisa la fecha
El director del FMI para el Hemisferio Occidental, Claudio Loser, afirmó ayer que “hay bases para buenas conversaciones” con el gobierno argentino, pero se negó a dar una fecha para la misión del organismo que deberá viajar a Buenos Aires para iniciar las negociaciones por el paquete de ayuda financiera. E insistió con que todavía es “prematuro” hablar del monto de dicha asistencia. Por otro lado, ayer trascendió que un emisario de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Emilio Bianchi di Cárcano, obispo de Azul, realizó gestiones ante el Fondo antes del viaje del ministro Jorge Remes Lenicov. El prelado habría explicado en una reunión con la gerencia del Fondo la delicada situación social que se vive en Argentina. Y habría reclamado “apoyo para el pueblo argentino”.
Loser, el argentino de mayor rango dentro del Fondo Monetario, explicó desde México que antes que sentarse a negociar un nuevo acuerdo con la Argentina “hay algunas precisiones que tienen que hacerse”, y confirmó que una misión técnica viajará a Buenos Aires “en los próximos días”. Sin embargo, no quiso precisar la fecha: “No tenemos una fecha exacta en este momento”, aseguró.
Consultado sobre la magnitud del préstamo que podría otorgar el Fondo a la Argentina respondió: “No hay nadie que haya hablado de esos temas en las conversaciones que hemos tenido. Es totalmente prematuro”, sostuvo.
En cuanto a la agenda, dijo que “lo primero que se tiene que trabajar, y se está trabajando, es normalizar el sistema de pagos”. De otro modo, confirmó que el Fondo quiere, además de un nuevo ajuste de gastos en el presupuesto de la Nación y las provincias, una propuesta concreta por parte del gobierno para destrabar el corralito en el menor plazo posible.
Tal como anticipó este diario, la aspiración de máxima de la administración Duhalde es que Washington acceda a liberar los fondos remanentes del famoso blindaje, congelados desde noviembre pasado. Así, el paquete de ayuda ascendería a unos 8500 millones de dólares, contando préstamos del FMI, el Banco Mundial y el BID. Pero tales recursos no llegarían de una sólo vez, sino que serían desembolsados paulatinamente a medida que el gobierno vaya cumpliendo con las condicionalidades fijadas por el Fondo. Esta estrategia del organismo fue adelantada ayer por el canciller alemán Gerhard Schroeder, quien dijo que preferiría que los créditos fueran desembolsados “paso a paso” y no en un solo tramo.