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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer diversas inversiones privadas en el país. Por la noche recibió a directivos de la empresa Syngenta, quienes presentaron inversiones cercanas a 800 millones de pesos para la instalación de una planta procesadora de semillas de maíz y girasol en la provincia de Córdoba, entre otros proyectos. La acompañaban los ministros de Industria, Débora Giorgi, y Agricultura, Norberto Yauhar.

Más temprano, la jefa de Estado había informado sobre inversiones por casi 200 millones de pesos de diferentes empresas. Una de ellas fue la finalización de la segunda etapa en la planta de fabricación de pastas del grupo Los Grobo, ubicada en la localidad bonaerense de Chivilcoy. Las obras forman parte de un plan de inversiones por 90 millones de pesos, que generarán cien puestos de trabajo y permitirá a la compañía alcanzar la producción de 27 mil toneladas de harina, de las cuales el 40 por ciento se exportarán.

Después, en videoconferencia con Giorgi, se inauguró la modernización de la planta de laminación de Aluar en La Plata. El proyecto requirió una inversión de 108 millones de pesos, mejorando la tecnología en la laminación en frío y sus equipos auxiliares. Ese avance permitirá aumentar en un 20 por ciento la capacidad de producción, pasando de las actuales 19.800 toneladas al año a 23.760. “Entre 2003 y 2011, la producción de aluminio primario creció 53 por ciento, las exportaciones un 28 por ciento y el consumo un 137 por ciento”, dijo la ministra.

En la misma sintonía se anunció la reapertura del Frigorífico San José, ubicado en Colón, Entre Ríos, que había cerrado en 2010. El gobierno nacional hizo un Aporte No Reintegrable por 20 millones de pesos y se otorgó un crédito Bicentenario de 70 millones de pesos. La planta ya ha generado 80 puestos de trabajo, destacó Fernández de Kirchner.

La Presidenta también se comunicó con la Cooperativa de Trabajo Cristal Avellaneda, ex Cristalux, que fue recuperada en 2001 por sus trabajadores luego de que cerrara en el año 2000. El Gobierno dio su apoyo a través de un gerenciamiento externo para trabajar en conjunto con los trabajadores, y con ello se logró incorporar a 60 trabajadores más, totalizando 150, y aumentar la facturación a 29,6 millones de pesos, siete veces más que en el 2010. Ahora sus principales clientes son Walmart, Jumbo, Carrefour y Makro.