“La verdad, que si hubiera estado el Banco Central y su titular calificados como A, Mercedes hubiera estado en problemas.” Con una humorada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuestionó ayer a la revista Global Finance, que ubicó a Mercedes Marcó del Pont en el último lugar de un ranking de banqueros centrales. Esa publicación estadounidense “premia” a los banqueros que siguen ciertos preceptos neoliberales, algo que está en las antípodas de la autoridad monetaria local. Los puntos que evalúa la revista, publicados ayer por Página/12, son la supuesta independencia de los bancos centrales del resto de los poderes del Estado, la aplicación de políticas monetaristas para controlar la inflación y la apertura financiera.

“¿Qué habíamos dicho? Trabajo más consumo, igual a paz social. O sea, Mercedes parece ser que no tiene la suficiente fuerza como para hacerme parar lo que ellos denominan gasto público y nosotros denominamos inversión, y más en momentos como los que estamos viviendo. Uno de los principales problemas, el principal diría yo, que hoy atraviesa la Comunidad Europea es precisamente la pérdida de la soberanía monetaria de los países”. manifestó CFK durante un acto en la Casa Rosada.

La independencia de los bancos centrales que consagra Global Finance –una revista especializada con influencia en el establishment financiero internacional– es parte de la matriz neoliberal que domina el diseño de los bancos centrales en la mayoría de los países del mundo. El editor de esa revista de Wall Street, Joseph Giarraputo, ofreció algunas precisiones sobre los criterios utilizados: “Evaluamos la determinación de los banqueros centrales para hacer frente a la interferencia política y sus esfuerzos para influenciar a sus gobiernos en temas como el gasto, la apertura económica para la inversión extranjera y los servicios financieros”.

“Parece que Mercedes debería decirme que no hay que gastar, que hay que eliminar promociones fiscales o eliminar el gasto social, no más asignaciones, no más aumentos salariales, porque son expansivos de la base monetaria y el gasto público”, graficó la mandataria, con tono irónico.

La Presidenta también hizo hincapié en la recomendación lanzada por la revista para impulsar la apertura hacia las inversiones y servicios financieros, como signo del “buen banquero central”. “No inversión extranjera directa para producir bienes, servicios, no; se refieren al encaje que nosotros tenemos para el ingreso de capitales y evitar la especulación financiera. En realidad, esto significa que no permitimos abrir el mercado para el ingreso de capitales especulativos que vienen dos o tres meses y luego se retiran”, concluyó la Presidenta.