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Lista de 28 aprietes del poder a Kirchner

Lavagna le acercó al presidente electo una lista de lo que van pidiendo privatizadas, agraristas, exportadores, bancos, AFJP y automotrices. Para ponerse nervioso.

 Por Maximiliano Montenegro

El establishment quiere un presidente débil”, dijo el jueves pasado el presidente electo, Néstor Kirchner, mientras almorzaba con Mirtha Legrand. “No voy a ser presa de las corporaciones”, repitió, en varias oportunidades en los últimos días, casi como una obsesión. Más aún, propuso una novedosa metodología para disciplinar a los grupos del poder económico que, lo sabe, buscan disciplinarlo a él. Cada vez que se sienta arrinconado por el lobby feroz del establishment “voy a pedir una cámara y se lo voy a contar a todos”, amenazó. La precaución de Kirchner creció después de que el ministro Roberto Lavagna le acercara un informe con 28 pedidos de distintos sectores del poder, que buscan alguna clase de subsidio o beneficios a costa del Estado.
El temor al golpe de mercado o al boicot de las empresas privatizadas es uno de los fantasmas que sobrevuela en el entorno más cercano del presidente electo. Pese a que Lavagna le aseguró que tiene encaminada la negociación el Fondo Monetario y que Washington no pateará el tablero, algunos asesores del patagónico están convencidos de que el FMI es funcional a las presiones de las corporaciones de negocios. Y dicen que éstas no dudarán en desestabilizar al nuevo gobierno si no reciben una respuesta favorable a sus exigencias.
El propio Kirchner salió a cruzar, a horas de enterarse de la deserción de Menem, lo que intuyó como el riesgo de un primer golpe de mercado. Entre el jueves y el viernes, el dólar repuntó 20 centavos, como consecuencia de que un selecto grupo de bancos compraron divisas como una demostración de fuerza. En Economía restaron importancia al episodio:
“Nos subieron el tipo de cambio, pero nos están haciendo un favor. Necesitábamos un dólar arriba de 3 pesos y no sabíamos cómo hacer”, ironizó ante este diario, el viernes por la noche, un alto funcionario de Lavagna.
Pero los colaboradores del presidente electo no se lo tomaron con tanta calma. Creen que detrás de esta primera pulseada de los banqueros está la advertencia al nuevo gobierno de ocuparse de dos temas clave para el establishment financiero: la millonaria compensación por la pesificación asimétrica y el veto a la suspensión de las ejecuciones hipotecarias. Para colmo, ambos pedidos cuentan con el aval total del Fondo.
Una desconfianza similar existe con las empresas privatizadas, que vienen reclamando ajustes tarifarios hace más de un año. Pero en este caso el temor es un eventual boicot en la provisión de servicios públicos. Por ejemplo, una falla técnica en algún transformador, supuestamente por la falta de inversiones, que provoque un apagón.
En un escalón menor está la necesidad de desactivar la bomba en el mercado de combustibles. En las últimas dos semanas, el precio del crudo subió en los mercados internacionales un 15 por ciento. Por eso, Lavagna busca por estas horas extender el compromiso de las petroleras para no aumentar los valores en los surtidores, el que vence formalmente el próximo 31 de mayo. No obstante, en este caso, Kirchner confía en tener anudado un pacto de no agresión, al menos durante los primeros meses de su gobierno, con los españoles de Repsol-YPF, la única empresa grande con la que aceptó entrevistarse durante la campaña electoral.
El documento que Lavagna entregó al presidente electo destaca, entre otros, los siguientes reclamos del establishment:
- Bancos I: Instrumentación de la compensación por la pesificación asimétrica, los amparos y la indexación asimétrica. En total, el Estado se comprometió a emitir bonos por casi 15.000 millones de dólares, de los cuales emitió poco más de la mitad, mientras que el resto fue enviado como un proyecto de ley al Congreso. Los bancos, al igual que el FMI, presionan para que la emisión se complete por decreto.
- Bancos II: Veto a la prórroga por 90 días de la suspensión de ejecuciones hipotecarias de vivienda única.
- Privatizadas: Ajustes de las tarifas de servicios públicos superiores al 50 por ciento.
- Petroleras I: Ratificación del decreto de Duhalde que las autorizó a mantener el 70 por ciento de sus divisas de exportación en el exterior.
- Petroleras II: Libertad para fijar los precios de los combustibles de acuerdo a los vaivenes del mercado internacional.
- Cerealeras I: Disminución de las retenciones a las exportaciones.
- Cerealeras II: Devolución de los créditos fiscales de IVA que les adeuda el Estado.
- Automotrices I: Nuevo plan canje con subsidios del Estado para estimular las ventas del sector.
- Automotrices II: Pago de 350 millones de pesos que les adeuda el Estado por el plan canje II.
- Campo: Baja de retenciones a las exportaciones. Nuevo esquema tributario para pagar menos impuestos.
- Empresas de medios y de medicina prepaga: Estatización de la deuda externa en dólares.
- AFJP (controladas por los 4 principales bancos extranjeros): Redolarización de los préstamos garantizados (pesificados a 1,40) que poseen en sus carteras. Cerrar definitivamente la posibilidad de volver al sistema de reparto por parte de los afiliados.
- Acreedores extranjeros: Pago de la deuda hoy en default. Renegociación con un pago inicial y sin quitas de capital relevantes.
- Grandes empresas: Ajuste de balances por inflación para pagar menos impuesto a las ganancias.

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La lista de Lavagna aumentó la precaución de Kirchner, que avisó que no cederá ante las corporaciones.
 
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