Concluyó ayer la segunda y última audiencia ante el Tribunal Internacional del Mar, en Hamburgo, previo a la decisión de fondo que deberá tomarse sobre el futuro de la fragata Libertad. La Argentina solicitó que se respete “la inmunidad” del buque, por ser una nave de guerra, amparada en la Convención de las Naciones Unidas. Por su parte, el gobierno de Ghana manifestó que no existe urgencia para liberar la fragata, ya que cuenta “con luz y electricidad”. El equipo legal argentino remarcó el carácter “excepcional” que tenía la visita del buque a Ghana y replicó al país africano en cuanto a que el Tribunal “sí es competente para la resolución del conflicto”, al contrario de lo que había planteado el país africano en su alegato del jueves. La embajadora Susana Ruiz Cerutti pidió al Tribunal que “se arrogue la posibilidad, tal como lo permite el reglamento, de que juzgue igualmente el fondo del caso y que no espere la constitución de un tribunal arbitral para ello”. También reclamó que se autorice a la fragata a partir del puerto. La decisión de fondo podría llegar el próximo 15 de diciembre.