Más de doscientos hombres de negocios participaron de un encuentro con el presidente de YPF el viernes en Londres. El interés por el programa de inversiones que está presentando Miguel Galuccio parece haber recibido un fuerte impulso tras conocerse la decisión del gobierno argentino de reconocer a los productores un precio por el gas en boca de pozo que obtengan por encima de la producción actual, que triplica los valores que actualmente reciben. Esta medida, además, recibió el respaldo localmente de sectores empresarios y de especialistas energéticos. En la semana que se inicia se celebra el Día del Petróleo, en conmemoración al descubrimiento de hidrocarburos en Comodoro Rivadavia. No son pocos los que especulan con algún nuevo anuncio oficial, este jueves, que complemente los nuevos lineamientos para la actividad, profundamente transformada a partir de la renacionalización de YPF.

“La medida tomada es muy positiva en el mediano plazo (cinco años), sobre todo para los productores que inviertan en shale gas”, señaló el Instituto Energético Scalabrini Ortiz, en un documento que firman sus titulares, Marcos Rebasa y Andrés Repar. “Con esta medida, el grave déficit de producción de gas en los últimos años podría comenzar a revertirse, siendo factible duplicar su producción en una década”, anticipa, a partir de un análisis que cuestiona severamente la política de desregulación y privatizaciones de los ’90 y plantea como un correlato de su fracaso “la necesidad de (recuperar) un rol protagónico del Estado en la gestión y fijación de las políticas del sector”. Un enfoque que, claramente, se diferencia del Grupo de los Ocho ex secretarios de Energía de la etapa neoliberal, que con gran repercusión mediática fustigan contra toda intervención estatal y reclaman la vuelta al Estado menemista.

Lo que se conoce hasta el presente es el acuerdo que firmó el gobierno nacional con YPF para reconocer ese precio sobre la producción de gas que supere los niveles actuales. Pero se presume que el mismo criterio será aplicado a las demás firmas que extraen el fluido. El contrato que el Estado firmaría con cada empresa estipulará un compromiso de inversión para mejorar la explotación de cada yacimiento concesionado, a cambio de la mejor retribución, contemplando la curva de declinación de la producción de acuerdo con la madurez (edad) del reservorio.

“El beneficio no será únicamente para los que inviertan en shale gas (producción por sistema no convencional, como la encarada en la formación Vaca Muerta, en el subsuelo de Neuquén y Mendoza) sino para todas las firmas grandes con capacidad de inversión; es un aliciente muy importante”, sostuvo un vocero empresario del sector, con algún conocimiento mayor sobre los detalles del plan en marcha. “El entusiasmo que provocó es enorme, se había especulado mucho sobre el tema, pero los más optimistas hablaban de la posibilidad de lograr un precio de seis dólares por millón de BTU, que consideraban más que aceptable. Imagínese cómo recibieron la noticia de un valor de 7,50, el triple de los 2,50 que se pagan hoy”, comentó el mismo vocero. “La única crítica que va a escuchar hoy sobre el gobierno entre los petroleros es por qué no lo hicieron antes.”

La previsibilidad de tener una retribución mucho más atractiva para el precio del gas, además, se espera que acelere los tiempos para cerrar los acuerdos que están en marcha entre YPF y firmas privadas para encarar la exploración conjunta de las formaciones de petróleo y gas no convencional en el oeste del país. “El contrato con Bridas Corporation ya está en manos de los abogados, para hacerle los últimos ajustes. Con Chevron, las conversaciones son permanentes. La mejora en el precio del gas tuvo un eco muy bueno”, afirman cerca de la petrolera recuperada.

Mientras algunas voces críticas pusieron en duda la viabilidad de poder respetar un precio que triplica al actual, si el volumen de gas adicional aumenta muy rápidamente, desde el lado de YPF responden con una cuenta sencilla. “Hasta ahora, el gas se paga a la producción nacional 2,50 dólares por millón de BTU, pero cada metro cúbico adicional a 7,50 va a reemplazar el gas importado, que hoy se paga 12 dólares el millón de BTU a Bolivia y 16 dólares cuando se trae por barco como GNL para regasificar”.

De todos modos, algunos sectores –como el ya mencionado Instituto Scalabrini Ortiz– están elaborando propuestas para redefinir un sendero de tarifas y la situación estructural del sector y aprovechar, al mismo tiempo que se modifica el precio en boca de pozo, para generar otros cambios que mantengan el incentivo a la producción y mejoren la eficiencia del sector. El objetivo central planteado a partir de la renacionalización de YPF fue el autoabastecimiento, y el análisis del Scalabrini Ortiz sostiene que es posible duplicar la producción de gas en una década por el camino iniciado.

Miguel Galuccio llegó a Londres este viernes con esa importante novedad, referida al precio del gas, en carpeta. Por supuesto, los directivos de Exxon, Wintershall, Schlumberger y de otras muchas empresas que iban a participar del road show de YPF en la deslumbrante residencia del Lord Major (una suerte de alcalde financiero) de Londres la conocían de antemano, y la incorporaron inmediatamente a la evaluación de sus perspectivas de inversión.

“Hubo dos cuestiones sobre las que las firmas con interés de invertir en el sector venían insistiendo. Una era sobre el sendero de precios que va a tener la producción de hidrocarburos en la Argentina. La noticia sobre el precio del gas aclara favorablemente el panorama, aunque no lo defina en su totalidad”, señaló a este diario un integrante de la misión que viajó a Londres. “La otra cuestión es cómo va a ser el mecanismo para poder sacar las divisas del país”, contó la misma fuente, sin agregar si hubo respuesta al interrogante.