La titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, distribuyó ayer entre sus directores un informe con la posición argentina frente a las inquietudes del organismo sobre las estadísticas de precios y crecimiento elaboradas por el Indec. Los directivos del Fondo se reunirán a comienzos de 2013 para determinar si están satisfechos con los argumentos y compromisos presentados por el país para “mejorar la calidad” de los datos del índice de precios al consumidor (IPC) y el PIB o si avanzan con el reclamo de sanciones para la Argentina. Todavía no existe una fecha para ese encuentro, pero en el equipo económico entienden que la reunión se celebrará a partir de fines de enero.

En septiembre, durante la última visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a Estados Unidos, Lagarde amenazó con sacarle “tarjeta roja” al país ante la falta de avances en los compromisos argentinos para mejorar las estadísticas públicas. “Mi país no es un cuadro de fútbol, es una nación soberana, y por lo tanto no va a ser sometida a ninguna amenaza de que si no hace tal cosa se le va a poner tarjeta roja”, respondió tajante la mandataria durante su intervención en la ONU. Luego del cruce, el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, y el nuevo representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, reactivaron las negociaciones políticas con la conducción del organismo para encontrar una solución a la disputa. La semana pasada, el vocero del FMI, Gerry Rice, afirmó que “estamos listos para seguir cooperando con las autoridades argentinas en relación con el tema del IPC y los datos del PIB”.

El próximo paso será una reunión del directorio del FMI donde se vuelva a analizar el tema a partir del informe presentado ayer por Lagarde. “No hay una fecha para la reunión del directorio donde se discutirá el informe sobre la Argentina, pero no esperaría que sea este año”, afirmó Rice el jueves pasado, aunque en el Gobierno especulan que ese encuentro tendrá lugar a fines de enero. Entre los reclamos del organismo figuran pedidos de precisiones técnicas y “sugerencias” de cambios metodológicos. Algunos aspectos están vinculados con las ponderaciones en la canasta de consumo –el peso que tienen en el índice los distintos productos a la hora de medir las variaciones de precios– y la elaboración de canastas estacionales o la modificación de los items que se miden de acuerdo con su estacionalidad. Además, el Fondo reclama que el Indec vuelva a informar precios promedio en sus reportes.

Desde que canceló su deuda con el FMI en 2005, la Argentina no está sujeta a las condicionalidades que impone el organismo. Sin embargo, como todos los miembros del Fondo, el país está obligado a facilitar información económica en forma detallada y precisa, según los estándares que establece el organismo. A partir de 2009, los informes del Fondo que mencionan al país incorporaron una nota al pie donde indica que las estadísticas privadas del IPC y el PIB difieren de las difundidas por el Indec. Al año siguiente, el FMI comenzó a reclamar y presionar al gobierno argentino para que “mejore” la calidad de esas estadísticas. En medio de esa disputa, la Argentina llegó a solicitar la colaboración técnica del organismo para avanzar en el diseño de un IPC de alcance nacional. Hasta ahora, Argentina evitó cualquier tipo de sanción y la postergación del abordaje de la temática en el directorio.