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El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel GarcíaMargallo, considera que tanto a la petrolera española Repsol como al gobierno argentino “les interesa llegar a un acuerdo” en la disputa que mantienen por la expropiación del 51 por ciento de la empresa argentina YPF. En una entrevista publicada en el diario español ABC, GarcíaMargallo explicó que las conversaciones entre los gobiernos argentino y español “no han cesado nunca”.

“Creo que –el gobierno argentino– se ha dado cuenta de que la explotación de recursos petrolíferos requiere de la participación de los inversores extranjeros, y que éstos no van a participar en una empresa que pueda ser atacada en los tribunales ni lo van a hacer en un país en el que se producen confiscaciones”, afirmó. El viernes el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial (Ciadi) admitió a trámite la demanda de arbitraje presentada por Repsol contra la expropiación del 51 por ciento de YPF por parte de Argentina. La compañía española aspira a que se declare ilícita la actuación del país y se le condene por ello a restaurar la situación y a indemnizarla por los daños y perjuicios ocasionados.

Hasta la nacionalización, llevada a cabo en abril de este año, Repsol era el máximo accionista de YPF, con el 57,4 por ciento del capital, una participación que la compañía valoró en 10.500 millones de dólares. Repsol tiene también abiertos frentes judiciales en Argentina por la expropiación de YPF, país en el que interpuso una demanda de inconstitucionalidad, y en la justicia estadounidense, ante la que denunció la vulneración de la normativa bursátil del país.

YPF anunció el miércoles un acuerdo con Chevron en Houston. En ese momento, Página/12 le preguntó al presidente de Chevron para América Latina y Africa, Alí Moshiri, si la empresa se sentía condicionada por las demandas de Repsol y la respuesta no dejó lugar a dudas: “Es irrelevante y no nos preocupa en absoluto”, aseguró. El ejecutivo argumentó que la petrolera estadounidense mantiene una relación con YPF desde hace cincuenta años, más allá de quién esté circunstancialmente a cargo de la gestión de la compañía.