El Sindicato de Luz y Fuerza y las empresas eléctricas cerraron ayer un acuerdo salarial por 18 meses. La mejora total durante el año y medio en que tendrá vigencia la paritaria asciende a 31 por ciento y se distribuye en tres partes. En 2013, los trabajadores del sector recibirán un aumento de 23 por ciento distribuido en dos pagos, 18 por ciento retroactivo desde enero y 5 por ciento a partir de junio. Para la primera mitad del próximo año las partes convinieron un aumento acumulativo del 7 por ciento que correrá entre enero y junio de 2014.

Los parámetros del acuerdo, el segundo que se firma en el año después de aceiteros, le permiten al Gobierno marcarles la cancha a los sectores sindicales que avivaban la posibilidad de firmar convenios por plazos menores a doce meses. La magnitud de la mejora salarial, explicaron en el Ministerio de Trabajo, está en sintonía con cifras que consideran “razonables”. Las empresas del sector confían en que el Gobierno autorice un aumento de tarifas este año. La realidad económica de las firmas del sector, distribuidoras, transportadoras y generadoras, es muy disímil.

La coyuntura macroeconómica y los cambios en las alianzas con el sector sindical tensionaron el inicio de las paritarias de 2013. La primera negociación fue la del sector bancario, donde las partes acordaron una mejora salarial a cuenta de futuros aumentos entre enero y marzo, cuando retomarían la discusión. El acuerdo que técnicamente representaba un aumento a cuenta del 20 por ciento más un pago por única vez fue presentado por el gremio como un piso para discutir en marzo del 23,5 por ciento. La “picardía discursiva” generó malestar en la Casa Rosada y el Ministerio de Trabajo anunció que no aceptaría ningún acuerdo salarial por un plazo inferior al año, como reclamaba el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano. La negociación bancaria se resolvió en forma directa entre las cámaras empresarias y el sindicato sin la intervención de la cartera que conduce Carlos Tomada.

En ese escenario, la firma de un acuerdo salarial por 18 meses en una actividad de peso le permite al Gobierno enviar una señal más fuerte. Existen pocos antecedentes recientes para un acuerdo salarial de esa extensión. La magnitud del aumento es “razonable ante un futuro que es incierto, pero no alarmista”, explicaron desde Trabajo. El secretario general del gremio, Oscar Lescano, reclamaba un aumento anual del 27 por ciento. Antes de las mejoras los salarios del sector promediaban los ocho mil pesos. Dentro de un año y medio un operario de Edesur o Edenor que ganaba 10.000 pesos alcanzará un sueldo de 13.100 pesos en junio de 2014. La negociación colectiva en Capital Federal alcanza a alrededor de doce mil operarios de las generadoras Central Puerto y Central Costanera, de las distribuidoras Edenor y Edesur y de la transportadora Transener. El acuerdo firmado ayer también contempla a los trabajadores bonaerenses de Edelap, Central Dock Sud y Transba. El sindicato había anunciado un paro que fue desactivado luego del encuentro en la cartera laboral que encabezó Tomada. El funcionario estuvo acompañado por la secretaria de Trabajo, Noemí Rial; el viceministro de Economía, Axel Kicillof, y el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.

“Este año va a ser difícil negociar porque las empresas no tienen dinero. Hay que darle recursos a la empresa para que pueda hacer obras; la tarifa de la luz no es real”, había afirmado por la mañana Lescano, el sindicalista de 80 años que conduce Luz y Fuerza desde 1976 y se reconoce “oficialista de todos los gobiernos”. Las empresas reclaman que el Gobierno convalide un aumento de tarifas. En noviembre pasado se anunció un cargo adicional en las boletas de luz para los hogares de Capital Federal y Gran Buenos Aires que estuvo destinado a financiar obras de infraestructura.