Los directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) no se pusieron de acuerdo en la elección del candidato para suceder al actual titular de la entidad, José Ignacio de Mendiguren, y postergaron esa decisión para dentro de dos semanas. El acuerdo de alternancia entre las dos agrupaciones, Celeste y Blanca e Industriales, define que el candidato a presidente provenga del primer grupo. Las especulaciones previas marcaban que la opción elegida era Héctor Méndez, del sector del plástico, en lugar de José Urtubey, resistido por varios empresarios, que temen que la entidad quede plegada a las internas del justicialismo. Sin embargo, el grupo que apoya al hermano del gobernador de Salta no aceptó “bajar” a su candidato, que además recibe el visto bueno de una parte del Gobierno.

La intención dentro de la UIA era definir a Méndez como nuevo presidente en la reunión de Junta Directiva que se celebró ayer. El grupo de Industriales, que integran Mendiguren, representantes de Techint, Adimra y la industria avícola, entre otros, y el de Celeste y Blanca, con Méndez, Urtubey, las automotrices, la Copal, los gráficos y Aceitera General Deheza, se reunieron, por separado, a la mañana. Los Industriales lo hicieron en el Hotel Castelar. En tanto, los de Celeste y Blanco se juntaron en la sede de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa).

El conflicto alrededor de la sucesión de Mendiguren comenzó hace un mes, cuando el grupo de Celeste y Blanca admitió que no tenía un candidato claro para llegar a la presidencia de la entidad, que le corresponde a partir del acuerdo de alternancia. Proponían, entonces, postergar el cambio de autoridades hasta después de las elecciones nacionales de octubre. Sin embargo, Mendiguren no desea transitar este año, que visualiza complejo por el escenario electoral, al frente de la entidad, después de una gestión sin sobresaltos.

Para ocupar el sillón más importante de la UIA, Federico Nicholson, de Ledesma, propuso al salteño José Urtubey. Se trata de un empresario de 38 años, que presenció recién el año pasado su primera reunión de Junta Directiva. Es accionista de la firma Celulosa Argentina y hermano del gobernador de Salta, quien mantiene en general buena sintonía con el gobierno nacional, pero es mirado con recelo, ya que es mencionado como “presidenciable” por otros sectores políticos que militan en el peronismo. Urtubey es también apoyado por el poderoso banquero Jorge Brito, quien posee importantes inversiones en Salta, el mencionado Nicholson como cara visible de Ledesma, y también por el gráfico Juan Carlos Sacco.

Pero Urtubey despierta incertidumbre en los empresarios. No tanto por sus características individuales, sino porque podría conducir la entidad en función de lo que marque la interna del justicialismo. En el Gobierno, cuenta con el apoyo del ministro de Planificación, Julio De Vido, aunque es rechazado por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien mantiene una fuerte disputa con el banquero Brito, aliado del salteño. En cambio, el secretario de Comercio propuso a Sacco para liderar la UIA.

Con este panorama, Méndez aceptó la semana pasada ser candidato, con el visto bueno del grupo de Industriales y también de Daniel Funes de Rioja (Copal), Miguel Acevedo (Aceitera Deheza), Cristiano Rattazzi (Adefa) y Cilfa, motivo por el cual trascendió que ayer se iba a nombrar finalmente un nuevo presidente. Cuenta con la experiencia de haber dirigido a la entidad, aunque lo hizo manteniendo una relación conflictiva con el Gobierno. Por eso su candidatura es resistida por la propia presidenta, Cristina Fernández, a pesar de que el segundo en la lista sería Mendiguren, de buen vínculo con la Casa Rosada. Urtubey, por su parte, no se quiere bajar. Sus aliados tampoco quieren dejar pasar la chance.

Ante esta situación, el grupo Celeste y Blanca informó a Industriales que no logró definir un candidato y pidió 60 días más, pero la otra fracción aceptó otorgar sólo quince días para definir la sucesión. Mendiguren no participó de la reunión de la tarde porque sufrió un problema de salud.

Ayer en la UIA había desorientación, al punto de que decían que no saben si el próximo presidente será Urtubey, Méndez o algún “tapado” que consiga mayor consenso. El problema es que sigue sin aparecer alguien que haga equilibrio entre los múltiples actores involucrados en la definición del líder de la entidad patronal con mayor peso en el país. Celeste y Blanca llegó a plantear que Mendiguren se quede otros dos años, y que la alternancia sea cada cuatro años, pero el actual titular de la UIA lo rechazó.