Desde Antofagasta

El paro de advertencia de 24 horas iniciado en la mañana de ayer por los casi 12 mil trabajadores de la empresa estatal Codelco (que explica buena parte de los ingresos fiscales del Estado chileno) es parte de un complejo escenario por el cual ha transitado el gobierno de Sebastián Piñera en las últimas jornadas. Esta semana, después de varios días de negociaciones, los trabajadores portuarios depusieron una larga movilización que puso en jaque el movimiento en los muelles chilenos. Acto seguido, el Congreso sigue discutiendo una probable destitución del ministro de Educación, Harald Beyer, y para mañana, los estudiantes anunciaron la primera marcha nacional del año, la que promete ser masiva, tomando en cuenta la carrera presidencial que ya está desatada.

La importancia de la medida adoptada por los mineros radica en las pérdidas económicas que significará para las arcas fiscales. Esto tomando en cuenta que la paralización afecta a todas las divisiones de la principal empresa productora de cobre del mundo. El presidente ejecutivo de Codelco, Thomas Keller, aseguró ayer que el paro es “ilegal” y “no tiene justificación”. Dijo además que “significa que el país, y todos los chilenos, dejan de ganar el orden de los 35 millones de dólares”. Junto a ello, Keller deslizó cierta desconfianza de los motivos de la paralización: “Revisando, nuevamente, las demandas, éstas no tienen nada que ver con Codelco”. Por su parte, el ministro de Minería, Hernán de Solminihac, estimó en 43 millones de dólares las pérdidas.

Diego Hernández, ex presidente de la estatal y actual CEO de la privada Antofagasta Minerals, Diego Hernández, criticó el paro. “La movilización no tiene nada que ver con temas de la productividad. Tiene que ver con temas ajenos a la industria, que están relacionados con un año electoral. Son temas netamente políticos, no hay nada que esté directamente relacionado con la industria”, dijo.

Las demandas de los mineros apuntan a mejores estándares de seguridad y una nueva política minera nacional para recuperar el cobre y el litio, entre otras. En ese sentido, Hernández dijo que “la renacionalización” (del cobre) es un eslogan político, que probablemente continuará en este escenario electoral.

En este teatro de operaciones, Raimundo Espinoza, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), recibió el apoyó de su par privado Gustavo Tapia, quien llamó a los trabajadores a retrasar el inicio de las jornadas en los yacimientos controlados por particulares. En total, fueron más de 23 mil trabajadores de la gran minería del país los que ayer se movilizaron.

Los mineros ostentan un gran poder desde los tiempos de Pinochet. En plena dictadura fueron de los pocos que se atrevieron a protestar con la cara descubierta, aun cuando varios de los suyos fueron asesinados o desaparecidos.

En la tarde, Raimundo Espinoza hizo un primer balance sobre el paro y aseguró que “el ciento por ciento de Codelco está paralizado, todas las divisiones han respondido, esperamos que la empresa entienda que acá no estamos por deporte y vamos a seguir movilizados si no nos escuchan”.

El dirigente agregó que este paro es la primera demostración de fuerzas que están haciendo no sólo la Federación de Trabajadores del Cobre, “sino que también el sector minero a través de las federaciones de privados”.

“No vamos a aceptar ningún despido ni carta de amonestación contra los trabajadores movilizados. Si eso sucede vamos a entrar en una nueva fase de movilización”, sentenció.

Si bien el tema se desarrolló en regiones, principalmente en el norte de Chile, la movilización pegó de lleno en La Moneda. En ese sentido, el presidente Sebastián Piñera advirtió que el paro de los trabajadores del cobre y la acusación constitucional que la oposición presentó en contra del ministro Beyer son hechos que si no se enfrentan con diálogo pueden dañar gravemente al país.

“Es muy importante reconocer que es muy difícil construir un país y es muy fácil destruir un país y yo, como presidente de todos los chilenos, quiero hacer una advertencia y manifestar mi preocupación por lo que estamos viendo en los últimos días, por ejemplo el paro de los puertos de Chile causó un tremendo daño a nuestra economía y a nuestra creación de empleos y trabajadores”, dijo Piñera.

Agregó que “el paro del cobre también está causando un daño muy grande, las acusaciones a veces sin fundamentos o con graves errores a los ministros también pueden causar un grave daño. Es necesario hacer esta advertencia, porque yo he visto muchos países que se han descarrilado simplemente porque la gente no se da cuenta de lo fácil que es destruir un país y lo difícil que es construir un buen país para todos”.

Según el presidente, “el mundo está viviendo tiempos difíciles, la crisis económica del 2008 todavía no termina y nadie sabe cuándo va a terminar. Europa sigue en recesión, la recuperación de Estados Unidos sigue siendo débil y errática e incluso los principales países de América del Sur, como Argentina y Brasil, están sufriendo con fuerza los efectos de esta crisis internacional”.

@chripalma