La conferencia de prensa fue para presentar el “inicio de las conversaciones formales” para el armado de un frente electoral del “centroizquierda” porteño, aunque la alianza ya está sellada. La UCR, la Coalición Cívica enfrentada a Elisa Carrió y Libres del Sur –que forma parte del FAP– presentaron un programa de ocho puntos como propuesta para constituir una “nueva mayoría” en la Ciudad, “que le cierre el camino a la re-reelección” de la Presidenta “impidiendo que el kirchnerismo sume senadores” en las legislativas de octubre y pelear por el Gobierno de la Ciudad en 2015. Envalentonados, también desafiaron a Fernando “Pino” Solanas a dirimir en las primarias (PASO) las candidaturas dentro de un espacio común. Desde el socialismo –uno de los pilares del FAP–, salieron a cuestionar “el apuro” por juntar “retazos de espacios más grandes”, para apuntalar “candidaturas personales” que provocan “la dispersión del centroizquierda porteño”.

Nadie escatimó esfuerzos a la hora de presentar el acuerdo en el auditorio de un apart hotel de la zona de Congreso. El radicalismo sentó a la mesa que presidía el acto al jefe del bloque de diputados nacionales, Ricardo Gil Lavedra, al titular de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, y al legislador porteño Claudio Presman. El ex intendente Facundo Suárez Lastra, los diputados Manuel Garrido y Ulises Forte, y el ex presidente del Banco Central Javier González Fraga acompañaban desde la primera fila. El dirigente de Libres del Sur y uno de los promotores del acuerdo, Humberto Tumini, también tuvo un lugar destacado junto a la diputada Victoria Donda. La CC estuvo representada por el presidente del partido a nivel nacional, Pablo Javkin; el jefe del bloque de diputados, Alfonso Prat-Gay, y la senadora María Eugenia Estenssoro. Además de los referentes de Podes, que encabeza el ex legislador de la CC Sergio Abrevaya.

Gil Lavedra leyó los ocho puntos del compromiso común que definió como “programa y base de acción” y que extienden en “un llamado a materializar una gran unidad de las fuerzas populares, progresistas y democráticas en todo el país”. Javkin calificó el acuerdo como “un freno al avance de la inconstitucionalidad”. Tumini defendió el armado y dijo que las PASO son una “herramienta para dirimir las candidaturas de cara a la sociedad”.

A la hora de responder preguntas, también se dividieron los roles. “Por supuesto, tiene las puertas abiertas”, sostuvo Gil Lavedra cuando lo consultaron si había predisposición para acordar con Pino Solanas. Ahí, Donda insistió en que las PASO son una “herramienta para resolver las candidaturas”, como muestra de su decisión de disputar con Pino la candidatura a senador por la Ciudad.

Prat Gay tomó la posta cuando Página/12 consultó si un acuerdo con Solanas también incluiría a Elisa Carrió. “Celebramos que Carrió cambió de opinión y se mostró dispuesta a concertar acuerdos. Si no es funcional al macrismo y al kirchnerismo”, respondió el ex presidente del Banco Central, que renglón seguido planteó el objetivo inmediato del acuerdo político: “La idea es conformar una alianza lo más amplia posible, que le ponga freno a la re-reelección de Cristina Fernández sacándole los senadores en la Capital”.

“El FAP tiene mecanismos propios para definir estas cuestiones”, dijo Tumini y abogó porque “este proceso termine en un acuerdo político con todo el FAP”. Aunque reconoció que dentro del propio FAP “existen opiniones diferentes”.

Algo que quedó expuesto casi de inmediato. El presidente del socialismo porteño Roy Cortina calificó el acuerdo como “prematuro e insuficiente”, que responde a “estrategias basadas en candidaturas personales” y que “puede tener el efecto de clausurar otras instancias de diálogo indispensables para la constitución de una opción progresista seria en el distrito”. “Una convocatoria de esta naturaleza debería comenzar por el entendimiento político entre el FAP, Proyecto Sur, la UCR y la Coalición Cívica, basado en un programa que exprese la voluntad de unir a sectores afines y ofrezca una alternativa al kirchnerismo y al macrismo”, insistió.