El sector comercial arrojó en marzo un superávit de 510 millones de dólares, un 48,9 por ciento por debajo de los registros del mismo período el año pasado. El rojo que generan las crecientes importaciones de combustibles es un factor central al momento de explicar la menor holgura en las cuentas externas durante el primer trimestre del año. Las menores ventas externas de manufacturas de origen agropecuario (MOA), fundamentalmente grasas y aceites, también contribuyeron al empeoramiento de la balanza comercial. Durante el primer trimestre del año, las exportaciones reportaron ingresos por 17.376 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a 16.066 millones de dólares. El superávit de 1310 millones de dólares representa una baja frente al mismo período el año pasado del 47 por ciento.

El menor superávit comercial en un escenario de crisis internacional y tensiones internas –como el creciente déficit en la balanza energética– llevaron al gobierno nacional a aplicar distintas herramientas para administrar el comercio y mantener a raya la histórica “restricción externa”, que conduce al estrangulamiento de la economía por falta de divisas.

Algunos de los instrumentos utilizados desde 2009 son las licencias no automáticas y las medidas contra el comercio desleal, la obligación para que las petroleras liquiden la totalidad de las divisas que generan en el mercado cambiario local y las declaraciones juradas anticipadas de importación y servicios (DJAI y DJAS).

Asimismo, decisiones de política como la renacionalización de YPF o las restricciones para que las empresas extranjeras remitan utilidades y dividendos a sus casas matrices están directamente vinculadas con el comportamiento del sector externo.

Más allá de las tensiones políticas con los distintos socios comerciales y los lamentos de las empresas importadoras, las políticas del Gobierno fueron exitosas. En tanto, el sector externo –la balanza comercial y la cuenta corriente– preserva resultados positivos, aunque inferiores, en un escenario donde el precio de los commodities exportados por el país se mantiene en niveles muy altos en términos históricos. Precisamente, las manufacturas de origen agropecuario y los productos primarios explican el 56 por ciento de las exportaciones.

En marzo, las exportaciones reportaron ingresos por 5968 millones de dólares, mientras que las importaciones ascendieron a 5458 millones de dólares, arrojando el superávit de 510 millones de dólares. Las menores ventas externas de manufacturas de origen agropecuario (-14 por ciento) y Combustibles y Energía (-18 por ciento) explicaron –por caída en los volúmenes– el 90 por ciento de la contracción de los envíos al exterior. Por su parte, las importaciones crecieron de la mano de las compras de Combustibles y Lubricantes (65 por ciento) –provenientes de Qatar, Rusia, Estados Unidos y Países Bajos– y Bienes de Consumo (23 por ciento), con especial impacto por el lado de las cantidades demandadas. Así, el comportamiento del sector externo durante el mes pasado confirmó la tendencia observada en los primeros meses del año.

Durante el primer trimestre, la reducción de los envíos a los países de la Unión Europea constituyó uno de los mayores aportes a la caída de las exportaciones con una contracción del 27 por ciento. También impactaron negativamente las menores ventas externas hacia India y China, que registraron caídas del 48 y 43 por ciento respectivamente, impulsadas por las menores ventas de grasas, aceites y productos primarios. Por su parte, las exportaciones hacia los países del Mercosur mejoraron, de la mano de las manufacturas de origen industrial, 16 por ciento entre enero y marzo.

En tanto, las mayores compras externas registradas en el primer trimestre de 2013 estuvieron originadas principalmente en China y los países asiáticos, con alzas del 18 por ciento. Ese incremento se explica por las crecientes importaciones de bienes de capital como partes de computadoras y grupos electrógenos, bienes intermedios y bienes de consumo como calzado. Por su parte, el ingreso de productos de la Unión Europea acumula un incremento de 3 por ciento en lo que va del año, también explicado por bienes de capital.