ECONOMíA › COMO SE READAPTAN LOS EMPRESARIOS A LA RELACION CON EL NUEVO GOBIERNO

“No dejaremos de hacer buenos negocios”

La visita de Néstor Kirchner a la Bolsa de Comercio fue el primer contacto cara a cara con el establishment. Las reflexiones del día después, aunque medidas, anuncian que se percibió el cambio respecto de otras etapas. “Insinúa un proceso de izquierda, pero no me asusta”, resumió el titular de la Bolsa, Julio Werthein.

 Por Claudio Zlotnik

El día después al primer encuentro entre Néstor Kirchner y los financistas y empresarios tuvo un común denominador: el reclamo de éstos para que el jefe de Estado cambie su estrategia a partir de ahora y aceite la relación bilateral. Mientras el jefe de Estado aterrizaba en el atardecer de Londres, su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, daba indicios de lo que vendrá: “El Presidente ha quebrado la vieja lógica de sacar una serie de medidas de shock que responda a los intereses de algunos sectores de la economía”, refrendó.
Página/12 consultó ayer a un grupo de empresarios y financistas para conocer sus expectativas tras el discurso de Kirchner en la Bolsa de Comercio. Julio Werthein, presidente de la entidad, fue explícito: “Nosotros conseguimos el objetivo, que era sacar al ruedo al Presidente y facilitar el primer acercamiento con los hombres de negocios. Lo vi dispuesto a seguir dialogando, abierto a recibir nuevas propuestas. Ahora tiene que decidir cómo seguir la relación”, señaló el directivo a este diario.
Durante su alocución en la Bolsa, Kirchner fue tajante al pronunciar que “no dejaremos que los lobbies impongan la agenda económica del Gobierno”. Por ahora, los empresarios prefieren evitar cualquier polémica. Amadeo Vázquez, titular de Telecom, reconoció que el jefe de Estado “marcó el límite” entre “las presentaciones y recomendaciones” de los empresarios y la política económica que lleve a cabo el Gobierno.
Desde el sector automotor, el director de General Motors Alberto García Carmona, calificó de “conciliador” el discurso de Kirchner. Pero rápidamente demandó una actitud más activa del primer mandatario en relación a los grupos empresarios. “Deberíamos empezar a comentarle cuáles son nuestras inquietudes”, apuntó, en su diálogo con Página/12. Y añadió: “El Presidente debería establecer un vínculo muy fluido con el sector productivo que logró sobrevivir a la crisis. La idea es delinear una política estable y previsible hacia adelante. Para lograrlo, habría que implementar un diálogo permanente”.
Para los hombres de negocios existen dos aspectos clave para los próximos meses: la renegociación de la deuda y el marco tarifario. El arreglo con los acreedores privados tras el acuerdo con el Fondo, sostienen, se convertirá en la puntada crucial hacia la normalización de la Argentina tras el colapso de 2001. Las tarifas importan, porque de ellas, depende una buena parte de los costos de las compañías y porque forman parte del reclamo persistente de los países desarrollados, a través del FMI.
Los empresarios y financistas se imaginan una relación con el santacruceño muy distinta a la que tenían con Carlos Menem e incluso con Fernando de la Rúa. Claramente, ambos demostraban que, al momento de los reclamos, jugaban del lado de los grupos de poder. Ahora, en la city porteña reconocen que el escenario cambió rotundamente. Creen que Kirchner mantendrá contactos con grupos reducidos, al estilo de lo que realiza con su propio gabinete, centralizando la información y la toma de decisiones. “Véngame a ver”, le dijo a Eduardo Elsztain, del Grupo IRSA, cuando minutos antes del discurso en la Bolsa, el empresario le contó que tenía un plan de construcción de viviendas.
Alberto Fernández fue el encargado de comunicarles a los empresarios que no debían aguardar grandes modificaciones en la relación con Kirchner. “No estoy convencido de que el acto en la Bolsa haya sido un punto de inflexión (en el vínculo). Aceptarlo sería suponer algún cambio o que algo será distinto”, manifestó el funcionario por radio.
Aun cuando la mayoría de los empresarios y banqueros se jugaron por Menem en las elecciones, muchos de ellos se sienten mancomunados con la propuesta de Kirchner. García Carmona, por ejemplo, habló de la necesidadde practicar “un capitalismo socialmente responsable. Algo que hasta hace poco no se mencionaba, pero que ahora debe ejercerse”.
Si bien en algunas empresas y bancos existe resquemor por la posición ideológica del jefe de Estado, no fue el caso de los consultados por este diario. Julio Werthein fue categórico: “Es verdad que con Kirchner se insinúa un proceso de izquierda. Pero a mí no me asusta”, enfatizó.
–¿Cree que los empresarios podrán hacer buenos negocios?
–Por supuesto. Soy presidente de la cámara Argentino-China desde hace 12 años. Y le aseguro que con la izquierda se pueden hacer muy buenos negocios.

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Néstor Kirchner, presidente de la Nación, el jueves en su visita a la Bolsa. A su derecha, Julio Werthein, el anfitrión.
 
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