Miércoles, 14 de agosto de 2013 | Hoy
ECONOMíA › EL SECTOR INMOBILIARIO CONFíA EN UN ESTíMULO REACTIVANTE PARA SEPTIEMBRE
Las operaciones con Cedin, que se emite contra el blanqueo de activos en divisas, hasta ahora fueron pocas. Pero en el sector asumen que fue útil para probar su funcionamiento. Esperan que se vuelque “una masa importante” de recursos en septiembre.
“Creemos que pasado agosto, y entrado septiembre, al igual que ocurrió en 2009, puede volcarse una masa importante de dinero para estimular al sector”, dijo a este diario Roberto Arévalo, de la Cámara Inmobiliaria. El empresario agregó que, lejos de las preocupaciones morales sobre el blanqueo de capitales, los Cedin son una herramienta excelente para descomprimir el mercado de compraventa de propiedades usadas y de nuevas construcciones desde el pozo. Hasta el momento, las operaciones a través de los certificados fueron poco relevantes.
Desde que comenzó el blanqueo se suscribieron más de 366 Cedin, según datos del sector inmobiliario. De ese total, 59 certificados (por un valor de 4,5 millones de dólares) se utilizaron para la compra de un inmueble. Al momento de la escritura, el total de vendedores canjearon estos papeles por dólares del Banco Central, lo cual explica en parte la falta de dinamismo en el mercado secundario de Cedin. “Los primeros certificados cobrados saldan las dudas sobre el funcionamiento de la herramienta y reducen la incertidumbre respecto de si el Gobierno iba a abonar a tiempo los dólares de la operación inmobiliaria”, señaló Arévalo.
En cuanto a los Cedin que se destinan al negocio de la construcción, tanto los desarrolladores como las constructoras vienen aceptando con normalidad este medio de pago. Desde las primeras semanas del blanqueo, en clasificados del rubro que se publican en distintos diarios los sábados, se observan numerosas ofertas para operar con esta herramienta. Entre algunos desarrollos que aparecieron a través de los Cedin se destacarían emprendimientos de cocheras en el microcentro porteño.
Además de los certificados utilizados para la compraventa de una propiedad y de nueva construcción, existe una masa de dinero que por el momento se conserva como reserva de valor (ahorro). Operadores inmobiliarios precisaron que este atesoramiento es normal hasta que las personas encuentran la propiedad adecuada. El punto es que entre que se blanquean los dólares y se realiza una escritura pasa un tiempo prudencial donde la gente recibe asesoramiento y compara precios de los inmuebles para tomar la decisión final. “Comprar una casa no es lo mismo que ir al supermercado”, dicen en el sector.
La repatriación de capitales es la propuesta del Gobierno para devolver dinamismo al bloque inmobiliario-construcción. El plazo para recibir suscripciones es de tres meses. Desde que se puso en marcha a comienzo de julio, las divisas blanqueadas acumularon una cifra cercana a 20 millones de dólares. Al finalizar el plazo de vigencia de la medida predomina la idea de que ingresarán cerca de 4000 millones de dólares, como ocurrió durante la exteriorización de 2009. Ese año, nueve de cada diez dólares entraron en los últimos veinte días habilitados para hacer la operatoria. A su vez, la actividad inmobiliaria aportó la mitad del dinero blanqueado (2000 millones de dólares). El dato no es menor si se tiene en cuenta que en 2013 este sector tiene un incentivo extra para blanquear. Las divisas que entran apuntan directo a recomponer los negocios de la rama.
En función de estos números, Arévalo explicó a Página/12 que la expectativa del sector es que, a fines de septiembre, cuando cierra el blanqueo, se incorpore una masa importante de dólares al mercado. “Esta inyección de dinero produciría un efecto reactivante, permitiendo un respiro para las empresas”, afirmó. El empresario dijo que existe fuerte preocupación en el sector por la caída de las operaciones de compraventa en los últimos meses. Hasta el momento, el negocio de los alquileres permitió compensar los costos de las inmobiliarias, pese a que algunas firmas hayan computado pérdidas. Eso explicaría que el empleo del sector se mantuvo estable en este período de poca actividad.
En cuanto a los precios que maneja el rubro, Arévalo dijo que, en un mercado con tan pocas transacciones, no es posible estimar una caída de valores en dólares. Eso se debe a que la cotización deja de ser representativa. Además, mencionó, como referencia, que mientras el precio del metro cuadrado en Buenos Aires se ubica en 1700 dólares, en las principales ciudades de Chile, Brasil y Uruguay supera los 2000 dólares.
Informe: Federico Kucher.
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