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La empresa Stanley Black & Decker anunció ayer inversiones por 100 millones de pesos en el país. Esta fabricante de herramientas manuales y eléctricas destinará los recursos a dos plantas en San Luis y Buenos Aires. El objetivo es sustituir importaciones y exportar a la región. Se crearán 120 puestos de trabajo. “La Argentina tiene mucha tradición en el rubro ferretero e industrial, lo que multiplica el atractivo de producir para proveer al mercado local y al regional”, dijo el gerente general de la firma, Javier Gómez. Esta marca ya había invertido 80 millones de pesos para adquirir dos fábricas de accesorios industriales.

Otras empresas del complejo tecnológico informaron ayer que realizarán aportes de capital para producir dos millones de lámparas LED de bajo consumo. Las inversiones rondarán entre 9 y 12 millones de dólares. “Si se reemplazaran todas las lámparas existentes en el país por este nuevo tipo de tecnología de iluminación se lograría una disminución de la importación de energía de 1600 millones de dólares anuales”, afirmaron en la entidad que agrupa a empresarios del sector.

Por su parte, la firma Marco Polo, productora de ómnibus, adelantó que exportará por 5 millones de dólares a Brasil. Esta firma despachará al mercado brasileño componentes y servicios, permitiendo compensar la balanza de intercambio comercial de la marca.

A diferencia de la expansión que reflejaron los anuncios anteriores, la comercializadora de electrodomésticos Elektra dijo que dejará de operar en el país. Referentes del sector explicaron a Página/12 que la compañía mexicana nunca logró adaptarse al funcionamiento del mercado interno. “Esta marca intentó replicar el modelo de negocios de México, con pago de cuotas semanales, y no funcionó para Argentina. No vendían nada. El volumen de facturación era menos del 3 por ciento del mercado”, apuntaron.A su vez, la embajadora argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, denunció que Elektra “pretendía cobrar tasas usurarias en su esquema de financiamiento al consumo local”.