ECONOMíA › POLEMICA PROPUESTA DE INDEXACION PARA RECREAR EL CREDITO
Como la convertibilidad pero al revés
La idea es dar garantía de estabilidad a los que presten, pero no mide el probable impacto explosivo. La analizan en despachos oficiales.
Por Claudio Zlotnik
Una iniciativa polémica está en marcha. Se trata de la indexación de la economía, que dejó malos recuerdos en la historia económica argentina de las últimas décadas. Según pudo saber Página/12 de medios oficiales, la medida es impulsada para recrear el crédito. Algunos funcionarios suponen que los bancos estarían más dispuestos a prestar si saben que los créditos se ajustan automáticamente por la inflación. En algunos despachos no quieren limitar ese mecanismo al sistema financiero sino extenderlo al resto de los contratos de largo alcance, como los salarios, las tarifas de los servicios públicos y los alquileres. “La única forma de que el esquema tenga éxito es que toda la economía se rija por las mismas reglas y no existan descalces”, comentó a este diario uno de los funcionarios que elaboró el proyecto.
Tal como ocurrió con los controles a los capitales especulativos, Chile es el espejo donde se miran los funcionarios. El país vecino aplica mecanismos de indexación desde la década del 60. En aquellos años también se habían adherido la propia Argentina, Colombia e Israel. Pero el modelo sucumbió ante el estallido inflacionario. La excepción fue Chile, en donde aún quedan vestigios: los préstamos de largo plazo se siguen indexando por el denominado UF (Unidad de Fomento), un índice similar al CER.
El proyecto, del que participan distintas oficinas oficiales, seguramente será centro de una fuerte polémica. El mecanismo de indexación puede desembocar en una espiral inflacionaria imposible de detener, en donde los salarios quedarían como los más rezagados ante el aumento de precios de los demás bienes. De eso da cuenta la historia.
El hecho de que se busquen nuevos instrumentos obedece a la obsesión compartida en el Gobierno como en el Banco Central por la ausencia de crédito. Desde la autoridad monetaria se está implementando una ofensiva muy fuerte para bajar las tasas de interés. Pero en los bancos responden que esa actitud es “necesaria pero no suficiente” para que el volumen de créditos se convierta en motor de la economía.
En la actualidad, la diferencia entre la tasa que pagan las entidades financieras por los depósitos y aquella que cobran por los créditos personales supera los 30 puntos: 6 por ciento anual contra 40. Como en los despachos oficiales aseguran que este diferencial (spread) es injustificado, suponen que el costo de los préstamos descenderá en las próximas semanas. Un incentivo que tendrían los banqueros para activar líneas de préstamos es que los balances están en rojo. “Pierden plata, van a tener que salir a hacer negocios”, se entusiasman los funcionarios. Pero también apuestan a tomar medidas específicas para recrear el crédito. Banqueros consultados por este diario aceptaron que la actualización de los préstamos por un indicador económico les generaría más certidumbre para volcar fondos al mercado.
A diferencia de la convertibilidad, donde el dólar aparecía como el referente de la economía, ahora se piensa que debe crearse una nueva ancla, que sea capaz de reducir la incertidumbre de los banqueros y de los clientes. El objetivo central es regenerar las líneas de largo plazo –ligadas sobre todo a las viviendas y al sector de la construcción–. La idea oficial radica en que los banqueros encarecen los créditos porque desconocen la tendencia inflacionaria. En cambio, si se atara el costo de esos préstamos al costo de vida, los riesgos serían menores. Al menos ésa es la sospecha de algunos funcionarios.
“La medida sólo tendría éxito si se indexara el resto de la economía, y no únicamente a los activos y pasivos del sistema financiero”, mencionó una fuente oficial a Página/12. “Sería la forma de que el peso se convierta en moneda de ahorro y de crédito de largo plazo”, añadió. El modelo persigue el objetivo de mantener los valores de los bienes en términos reales, más allá de los efectos de la inflación.
La indexación quedó erradicada en la Argentina con la implementación de la convertibilidad, una prohibición que se mantuvo a pesar del cambio demodelo. Sin embargo, existen instrumentos financieros ajustados por el CER. Ocurre con algunos depósitos, los préstamos garantizados y algunas series de Boden. Por tal motivo, en el Gobierno suponen que el decreto 905, que dio marco a la pesificación y a la indexación por el CER, podría funcionar como herramienta legal de la indexación masiva, por lo que no sería necesaria la sanción de una ley.