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El gobierno de Lula analizará en septiembre si decide o no pedir una prórroga del actual acuerdo con el Fondo Monetario, organismo que acaba de enviar una misión técnica a Brasil, debido a la mejora de la credibilidad del país en el exterior, según afirmó ayer el ministro de Planificación, Guido Mantega. La misión técnica del Fondo encontrará “una situación externa del país muy buena. La credibilidad volvió (a Brasil), y no hay riesgos en el horizonte”, indicó Mantega a la prensa. Lo que no mencionó es que la economía entró en recesión con elevados niveles de desempleo por el sobreajuste ortodoxo en línea con los deseos del FMI.
La negociación de Lula con el Fondo es seguida de cerca por Roberto Lavagna, puesto que si Brasil insiste en mantener un “exagerado” superávit fiscal condicionará el acuerdo que aspira cerrar con el organismo.
“Es mejor que dejemos para septiembre” la decisión sobre si pedir o no la renovación del acuerdo, agregó Mantega. El FMI aprobó en septiembre del año pasado, antes de la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un multimillonario préstamo por 30.000 millones de dólares, que culmina en noviembre, y la posibilidad de renovarlo es el principal aspecto que preocupa al mercado.
“Esta revisión del FMI debe pasar sin problemas, sobre todo porque los números de superávit primario son espectaculares. Lo que más preocupa es la siguiente revisión, cuando tendrá que definirse si Brasil pide prorrogar el acuerdo”, afirmó hoy el director de investigación de la corredora Planner, Antonio Vaz das Neves. Los aspectos que preocupan al mercado y que seguramente empujarán a Brasil a pedir una prórroga son los importantes desembolsos de amortización de deuda en 2004 y la sensible contracción de la inversión extranjera directa, dijo el analista.
Por su parte, el FMI informó que está dispuesto a respaldar las decisiones económicas del gobierno brasileño y a prorrogar un acuerdo financiero vigente en caso de que sea necesario. Esto lo dijo ayer el jefe de una misión del organismo multilateral, Jorge Márquez-Ruarte, de visita en Brasilia.