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Una vez más volvieron a enfrentarse el ministro de Planificación Federal y el grupo de 8 ex secretarios de energía de la Alianza, el menemismo y el duhaldismo. Julio De Vido cuestionó el documento de “los 8” que acusa al Gobierno de ser el principal responsable de los cortes eléctricos en diciembre, por haber subsidiado las tarifas en vez de dejar que aumenten, para que las concesionarias Edenor y Edesur acumularan caja para luego hacer las inversiones que no hicieron. “Su única propuesta es volver a dolarizar las tarifas, para congelar la demanda y fundir a la industria”, les respondió ayer el titular de la cartera de Planificación.

El documento de los ex funcionarios (Jorge Lapeña, Alieto Guadagni, Daniel Montamat, Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte y Raúl Olocco) estima que el déficit acumulado en el mercado mayorista eléctrico de 2003 a 2013 alcanza los 26.600 millones de dólares, como consecuencia del “congelamiento de las tarifas” compensado con “un volumen creciente de subsidios”. Señalan en el trabajo que “el consumo de electricidad con tarifa subsidiada, mayormente residencial, representa actualmente el 80 por ciento del total y paga menos del 30 por ciento del costo real”. En forma implícita sugiere un tarifazo del 233 por ciento para que los valores abonados por los hogares equiparen el costo de generación y distribución.

En su respuesta, De Vido replicó que si se llevara a cabo esta propuesta de los ex funcionarios, se vería reflejado en “millones de compatriotas sin trabajo, excluidos y con el mayor desamparo que puede existir, que es la falta de futuro”. Agregó luego que “a este grupo de ex funcionarios sólo le preocupa lo que llaman el congelamiento de las tarifas, porque ellos siempre que gobernaron optaron por congelar la demanda local, es decir el consumo y la calidad de vida de los argentinos (...), en pos de darles a las empresas rentabilidades extraordinarias, que les permitieron repatriar el capital invertido en tiempo record a sus casas matrices”.

De Vido también defendió la política de subsidios al consumo eléctrico, señalando que “sólo desde una concepción neoliberal pueden considerarse como gasto los subsidios a la energía, ya que constituyen una política de promoción industrial, inclusión social y promotora del empleo”.