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La AFIP informó ayer que los libros, los medicamentos con receta, las obras de arte –según ley 24.633– y las mercaderías consideradas de primera necesidad acreditadas ante la Aduana se encuentran exceptuadas de las restricciones impuestas para las compras de bienes físicos en el exterior a través de Internet. Al precisar los alcances de la norma, el Gobierno busca contrarrestar algunas de las críticas que surgieron apenas se realizó el anuncio.

El martes el organismo dirigido por Ricardo Echegaray emitió una resolución donde determinó que, a partir de ese día, las personas que realicen compras en el exterior a través de Internet deberán acceder a una clave fiscal de nivel de seguridad 2 y completar el formulario 4550, donde debe constar nombre y apellido, CUIT, CUIL o CDI, forma de adquisición, cantidad comprada, descripción del producto, peso estimado y precio. Si no se cumple con ese requisito, la Aduana no otorgará la mercadería. Un día después, la AFIP amplió la restricción al disponer que sólo se podrán realizar dos transacciones por persona por año y que sólo se permitirá realizar operaciones por hasta 25 dólares anuales sin pagar el impuesto aduanero.

Hay tres formas de adquirir un artículo en el exterior por la vía postal: a través de un courier, por el correo oficial o con retiro posterior en las oficinas de la aduana. Los couriers son grandes firmas que se dedican al transporte postal de mercancías. La empresa, en función del producto adquirido, define cuánto retiene en concepto de arancel de importación. Si la tasa fuera, por ejemplo, del 35 por ciento, es aplicada junto al IVA sobre el monto que excede a los 25 dólares. Al igual que el courier, el Correo Argentino entrega la mercadería. La diferencia con la empresa privada es el método de imposición tributaria. El correo aplica sobre el excedente de los 25 dólares, el 50 por ciento como gravamen especial. En cualquier modalidad “puerta a puerta” el pago es contra entrega.

La tercera forma de operar por Internet requiere que el comprador se acerque a las oficinas de la Aduana para retirar el producto. En este caso también se paga un 50 por ciento por el valor que excede los 25 dólares. Ese pago se tiene que hacer a través del volante electrónico de pago (VEP). Al momento de confeccionar el mencionado formulario y el VEP, en el campo Identificador del envío deberá informarse el número local

asignado por el Correo Oficial y que le será comunicado al adquirente cuando arriba la mercadería. Un envío suele tener un número de tracking internacional y cuando llega al país el Correo Argentino le asigna otro número local. Este último es el que debe consignarse en dicho campo, aclaró la AFIP.

En el organismo recaudador aseguraron que el nuevo régimen facilitará la identificación de personas que son importadores, pero que en lugar de utilizar el esquema regular de operaciones de comercio exterior, hacen uso del envío postal. Algunos analistas, en cambio, encuadraron la medida en un intento por desincentivar las compras al exterior por Internet, que crecieron en el último tiempo con la ampliación del diferencial entre el tipo de cambio oficial y el blue. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, defendió el miércoles la medida: “Tenemos que ser capaces de defender lo nuestro. Lo que nosotros hacemos es defender la plata de los argentinos, el interés nacional”, aseguró.