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La Cámara de Diputados aprobó en la madrugada del jueves la modificación al impuesto a las Ganancias que apunta a neutralizar las maniobras de elusión tributaria de las principales exportadoras del país. La medida más relevante es que las firmas vinculadas que realicen exportaciones a través de firmas fantasmas no pagarán el tributo sobre el precio de venta que consta en la factura, sino sobre el de mercado el día del embarque. Los exportadores ya comenzaron a quejarse. Argumentan que la medida destruirá los mercados a futuro.
Según reconoció el titular de la AFIP, Alberto Abad, la reforma surgió luego de que el organismo recaudador pusiera en la mira la actividad exportadora de las principales firmas comercializadoras de granos. En esa investigación se detectó, entre otras irregularidades, que, en promedio, las cerealeras pagaban 2,75 veces menos impuestos que las restantes empresas que venden al exterior. El análisis mostró también que las maniobras clásicas para la elusión impositiva consistían en operaciones de triangulación a través de empresas fantasmas vinculadas y una batería de operaciones intrafirma, entre los más habituales, la subfacturación de los costos de transacción y los autopréstamos.
Puesto que el objetivo central de las triangulaciones es deprimir el valor de venta de los productos exportados, la modificación aprobada ayer por Diputados y girada ahora al Senado intenta neutralizar esas operaciones. Esencialmente, el proyecto apunta a que la liquidación de Ganancias se haga sobre los valores vigentes a la fecha del embarque y no, como hasta ahora, según los precios pagados al cierre de las operaciones.
Dados los montos multimillonarios involucrados en esas transacciones, los sectores implicados ya comenzaron una potente campaña de lobby para influir en la Cámara alta. El extraño argumento esgrimido por los exportadores es que la medida “destruirá los mercados a futuro”. Lo llamativo es que la medida propuesta por la AFIP no pretende esta forma de valuación de las ventas en todos los casos, sino sólo en uno. Según dijo Abad a este diario, la nueva valuación se aplicará sólo “para las operaciones entre firmas vinculadas que utilicen intermediarias fantasmas”. En estos casos no se utilizarán los precios que las empresas declaren, sino “los vigentes para los mercados transparentes en el momento del embarque”.
Aunque Abad declinó contestar qué porcentaje de las exportaciones se realiza apelando a esta modalidad, señaló que “hemos detectado un número muy importante”. Si la transacción se realiza entre una empresa A y una B, “qué necesidad hay de una intermediaria”, se preguntó. Su propia respuesta fue que “dados los costos operativos de estas firmas es obvio que se crean cuando vale la pena”. Esto es, “cuando el negocio de la evasión es mayor”, concluyó.