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La Argentina está negociando con Brasil un nuevo acuerdo automotor que incluirá a los sectores autopartistas. Funcionarios de las carteras de Economía, Industria y Cancillería estuvieron reunidos ayer con sus pares brasileños para llegar a un acuerdo sectorial que permita mejorar la balanza comercial entre ambas naciones. Por la tarde se sumaron a las reuniones los representantes de las empresas autopartistas y los fabricantes de autos de los dos países. El encuentro continuará hoy a la mañana y se extenderá hasta la tarde. En este contexto, el titular del gremio Smata, Ricardo Pignanelli, se manifestó preocupado por algunas suspensiones en empresas de autopartes. “Tenemos licenciamientos en varias terminales. Tengo una calentura perra. A esta altura, estoy apuntando para todos lados porque a mí me tocan a los trabajadores y están tocando a mis hijos y, con mis hijos, nada”, sostuvo el gremialista.

El encuentro entre los funcionarios de ambos países forma parte de una agenda de trabajo conjunta que tiene por objetivo alcanzar un nuevo régimen de intercambio comercial para el sector automotor, que probablemente esté concluido para el próximo año. Dentro de ese esquema, las autoridades de ambos países están negociando los mecanismos para reducir el déficit de autopartes para Argentina, pero también el que padecen ambos países con el resto del mundo (comercio extrarregional).

“Se están dando todos los pasos necesarios para lograr una recuperación en los mercados domésticos y externo de automóviles que permitan revertir las suspensiones de trabajadores del sector”, manifestó Jorge Capitanich durante su conferencia de prensa matinal.

Los patentamientos de vehículos registrados en los primeros 20 días de mayo darían cuenta de una baja del 40 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, con cerca de 50.000 nuevos autos patentados. “La situación de todas las empresas del sector no es equivalente. Se han comunicado suspensiones, pero habrá recuperación en el mercado doméstico y externo porque se están dando todos los pasos necesarios para que la industria automotriz vaya recuperando mercado”, enfatizó Capitanich.

Por otro lado, la fabrica autopartista Gestamp Baires S.A. denunció ayer “el ingreso ilegal y la toma violenta” de una de sus plantas ubicada en la localidad bonaerense de Escobar “por parte de un grupo de personas no identificadas”. La toma se realizó en protesta por los despidos de 67 trabajadores. Según la compañía, los despidos no fueron por razones económicas, sino como forma de aplicar “sanciones disciplinarias”.