El Gobierno puso en marcha, puertas para adentro, el programa de Precios Cuidados para el año que viene. Desde la semana pasada, el secretario de Comercio, Augusto Costa, recibe en su despacho a todas las empresas proveedoras que participan del acuerdo para escuchar su posición con respecto a la continuidad en 2015. Las compañías aceptaron seguir en Precios Cuidados, decisión que responde a una lógica estrictamente comercial: el acuerdo es una propaganda que les permite vender más. A nivel institucional, las alimentarias reclamaron que el programa no quede bajo la potencial aplicación de la Ley de Abastecimiento si existieran incumplimientos, aunque Comercio no está dispuesto a hacer esa salvedad. Además, en el cara a cara con las empresas de productos masivos, el Gobierno busca que no se reedite el desmadre de precios del verano pasado.

Precios Cuidados es una herramienta central en la estrategia oficial de contención de la inflación. En función de las cifras de crecimiento de las ventas de los productos del acuerdo y las encuestas de valoración por parte de los consumidores, el Gobierno considera que el programa funcionó bien en el año. Sin embargo, es imposible saber qué efecto tuvo sobre la variación agregada de los precios. Según el último dato del Indec, la inflación acumulada entre enero y octubre es del 21,4 por ciento, mientras que la del Gobierno de la Ciudad es del 33,6 por ciento. Ambos comparten, eso sí, una tendencia mensual a la desaceleración.

La suba promedio de precios entre enero y diciembre de los productos de Precios Cuidados es del 11,9 por ciento. Los aceites, por ejemplo, registran un 18 por ciento; el azúcar, un 20 por ciento; las pastas secas, un 10 por ciento, y la leche, 18 por ciento. Son aumentos que están por debajo de la inflación general, lo que supone cierto refugio para los consumidores, siempre que efectivamente puedan acceder a los artículos acordados. Como la presencia del acuerdo es alta en las grandes cadenas, en donde consumen los sectores medios y altos, y baja en los pequeños comercios, la fuente de abastecimiento más usual de los sectores populares, el impacto antiinflacionario del programa probablemente sea menor para los que menos tienen.

Precisamente, durante el año que viene el Gobierno buscará seguir expandiendo el programa entre los comercios y almacenes de barrio a través de la Red Comprar. Para consolidar esa idea, en Comercio adelantan que se seguirán inaugurando “centros de logística” en todo el país, como los que funcionan actualmente en el Mercado Central de Liniers, en Corrientes y Chaco.

Por otro lado, los aumentos anuales aprobados en Precios Cuidados revelan que el programa, a pesar de ir por debajo de la inflación, está lejos de ser un congelamiento. Las empresas lo saben mejor que nadie, por eso, ante la consulta de la Secretaría de Comercio, manifestaron su deseo de continuar en Precios Cuidados 2015.

La renovación del programa exige la firma de un nuevo convenio, que tendrá las mismas características que el que está terminando, es decir, un acuerdo anual de precios de referencia con cambios trimestrales. Comercio comenzó a citar a las empresas proveedoras para apurar el trámite y llegar a fin de año con el acuerdo cerrado. La respuesta de todas las empresas fue positiva, aunque no dejaron de lado su usual intento de recibir el máximo aumento posible en la próxima revisión, que será en enero y coincidirá con el lanzamiento del acuerdo anual. También los supermercados aprobaron su continuidad. Las empresas valoran el programa porque los productos incluidos, a pesar de tener un margen unitario menor, les generan ganancias por volumen, gracias a ventas que avanzaron desde 20 a 500 por ciento en un año, en un contexto de floja demanda general. También utilizan al programa como medio para imponer nuevos productos o marcas. El próximo acuerdo tendrá una lista similar a la actual, que tiene 383 artículos. También se va a renovar el acuerdo de los insumos para la construcción y en el sector de las motos.

La Copal, que reúne a las empresas alimentarias, le pidió a Costa que Precios Cuidados no quede bajo la órbita de la Ley de Abastecimiento, recientemente judicializada por el Grupo de los Seis. La respuesta oficial fue negativa. Las empresas a nivel individual, en cambio, no presentaron quejas en ese sentido.

Durante los encuentros de estas semanas con las empresas, Costa refuerza el mensaje oficial: hay estabilidad cambiaria, tiene que haberla también en los precios. La situación de la inflación, plantean en el equipo económico, es distinta de hace un año atrás, cuando las empresas aplicaron bruscos aumentos y se hicieron de un colchón de rentabilidad para todo el año. La demanda, además, no convalida aumentos como antes, por eso las consultoras del sector advierten desplazamiento del consumo desde los productos premium hacia los artículos de segundas marcas.