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La actualización en un 15 por ciento del impuesto que grava los autos de alta gama dejará a la mayoría de los vehículos nacionales fuera del tributo. El titular de la cámara que agrupa a los concesionarios (Acara), Rubén Beato, destacó la decisión del Gobierno, aunque señaló que recién el lunes se podrá hacer un relevamiento preciso de cuál será la incidencia del gravamen en función de las nuevas listas de precios que envíen las terminales automotrices. “Es un mejoramiento”, señaló el empresario, quien también evaluó que las 680 mil unidades 0km que se patentaron el año pasado son “un buen resultado”.

La ministra de Industria, Débora Giorgi, polemizó con quienes le apuntaron al impuesto a los autos de alta gama por la caída en las ventas de 2014 respecto de 2013. “Contrariamente a lo que se argumentó maliciosamente, el impuesto interno no fue ni será el factor que determinó la ralentización de la producción de autos o motos”, afirmó. “Tal como se dijo en su momento –siguió–, la suba de precios injustificada y las estrategias comerciales erróneas o especulativas tuvieron que ser neutralizadas por el Gobierno para mantener la actividad en niveles razonables. Esta medida va en el mismo sentido: defender la producción y el trabajo.”

Beato admitió que en 2014 se produjeron fuertes incrementos en los precios de los vehículos, pero descargó la responsabilidad en las terminales. “El tema del impuesto se agravó durante 2014 por los aumentos que tuvieron los autos, del orden del 50 por ciento”, advirtió. Con ello, todos los autos premium quedaron alcanzados por el gravamen, pero también los nacionales “con cierta tecnología”. La suba de la base a partir de la cual se aplicará el tributo “es un mejoramiento”, sostuvo el presidente de Acara.

Los automóviles pagarán el impuesto con un valor al público superior a 274.400 pesos, lo que corresponde a una base imponible de 195.500 pesos a salida de fábrica. En relación con las motos, la tasa impositiva se aplicará para los rodados que computen una cotización pública por encima de los 48.400 pesos, que corresponde a una base imponible de 34.500 pesos. Durante 2014, el pago de impuestos al consumo suntuario alcanzó a 5224 autos de producción nacional, cifra equivalente al 0,8 por ciento de las unidades comercializadas. La modificación de la base imponible permitirá que esa participación baje al 0,4 por ciento del total de unidades vendidas en el mercado local, por lo que sólo pagarían impuestos 2640 rodados.

En cuanto a los autos importados, la suba de la base imponible reduce el universo de vehículos alcanzado del 5,8 al 2,3 por ciento, lo que implica bajar de 37.687 a 15.124 unidades.