Por falta de pruebas materiales “concluyentes”, la jueza Marcela López ordenó la liberación de Hernán Tuzinkevich, pareja de la madrina de la joven Lola Chomnalez, explicó a este diario Raúl Oxandabarat, vocero de la Suprema Corte uruguaya. El pastelero Tuzinkevich y Claudia Fernández podrían regresar a Argentina, porque “no tienen restricción para no hacerlo”, pero quedaron “emplazados” por la jueza, de modo que aún podría requerirlos cuando avance la investigación. La magistrada, además, ordenó más estudios: peritar el celular de la víctima y el de Tuzinkevich, a quien la justicia sigue investigando como sospechoso; realizar peritajes psicológicos al pastelero y a su mujer; también, trazar un perfil psicológico de Chomnalez, para conocer “cómo se relacionaba con la gente”.

La autopsia confirmó que la adolescente murió asfixiada, posiblemente “contra la arena”, que los indicios desmienten el ataque sexual y que el corte en el cuello no fue mortal. El médico forense Rubén Castro, quien participó de la autopsia, evaluó que la joven podría haber fallecido entre el sábado y el domingo, es decir, un día antes de la fecha en que su madrina dijo haberla visto viva por última vez. Fuentes de la causa adelantaron a este diario que entre martes y miércoles podrían conocerse los resultados de los peritajes practicados sobre las uñas y los fluidos corporales de Chomnalez; esos estudios podrían establecer el ADN de quien la asesinó. “Lo prudente es esperar a que en los próximos días se cumpla un viejo dicho de la criminología: los cuerpos también hablan. El peritaje estableció muerte por asfixia, no por naturaleza. Por tanto, hay una circunstancia y al menos un partícipe. Hay que esperar”, dijo Jorge Barrera, abogado de la familia Chomnalez.

Mientras la Cancillería lamentó “profundamente” en un comunicado el asesinato de Chomnalez y la muerte de dos turistas argentinas en Brasil, el cónsul argentino en Maldonado, Andrés Basbus, comenzó las gestiones para que el cuerpo de la joven fuera trasladado a Buenos Aires. Los abogados de Tuzinkevich y Fernández aseguraron a la prensa que a sus defendidos “no hay ningún indicio, no hay nada que los incrimine” y que el caso “es un catálogo de incertidumbres” y “contradicciones”. Por su parte, Barrera pidió “prudencia y sentido de rigor profesional”. “El objetivo no es cerrar el caso sino conocer la verdad. El objetivo del proceso judicial y de la familia es conocer las circunstancias que terminaron con la vida de esta joven y quién o quiénes fueron partícipes”, señaló a Página/12.

Hernán Tuzinkevich quedó en libertad a las 3.30 de la madrugada de ayer, al terminar la indagatoria. Lo mismo sucedió con su pareja y madrina de Chomnalez, Claudia Fernández, quien no estuvo detenida sino demorada. En las declaraciones de ambos, la jueza letrada de 1º turno López había encontrado “inconsistencias”. “La liberación se produjo porque la jueza no encontró elementos materiales concluyentes”, aseguró a Página/12 el vocero de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Raúl Oxandabarat, quien agregó que, por falta de elementos, también fue liberado el dueño del cibercafé desde el cual se enviaron mensajes por Facebook a la familia de Chomnalez. La jueza López todavía está disponiendo medidas de prueba para incorporar a la “carpeta técnica” del expediente. Entre esas medidas pendientes, explicó Oxandabarat, están los “registros de llamadas telefónicas del celular de la víctima y del principal sospechoso”, que posiblemente lleguen al juzgado el lunes. El celular de Chomnalez fue secuestrado entre las pruebas, porque “nunca lo llevó cuando salió a caminar, ella creía que no tenía servicio y por eso andaba sin teléfono”.

La jueza dispuso que peritos del Instituto Técnico Forense practiquen pericias psicológicas a Tuzinkevich y Fernández, algo que “no tiene fecha aún”, y también pidió “una autopsia psicológica o histórica” de la adolescente. “Es un perfil de personalidad de la víctima, que permite analizar el entorno y las circunstancias que llevaron al desenlace. Se hace sobre la base de lo que se ha recogido en el expediente, por lo que el técnico va a tener copia completa”, detalló el vocero judicial. La mochila de Chomnalez, que Tuzinkevich y Fernández dijeron haberle visto al hombro cuando la chica salió a caminar, aún no apareció. “Aparece en las declaraciones de las personas que terminan siendo objeto de la investigación, pero no aparece materialmente”, señaló.

Aunque Tuzinkevich y Fernández pueden regresar a la Argentina, porque sobre ellos no pesa ninguna restricción para abandonar Uruguay, que hayan quedado “emplazados” por la jueza implica que quedan a disposición de sus requerimientos, así sea para colaborar con elementos como para declarar. Además, subrayó Oxandabarat, “hay convenios entre Argentina y Uruguay” para garantizar el funcionamiento de la Justicia.

Un médico forense que participó de la autopsia practicada a la adolescente aseguró que Chomnalez murió por asfixia y señaló que “podrían haber apretado su cabeza contra la arena, tratando de sofocarla”, porque tenía arena en los pulmones. Por la contextura de la chica, en su muerte intervino “alguien mayor en talla o más de una persona”. “Si bien tenía heridas de arma blanca en el cuello, no fue lo que le causó la muerte, la muerte fue por sofocación, invasión de vía aérea inferior y superior por arena. A un fallecido se le puede poner arena en la boca, en la nariz, pero de las cuerdas vocales hacia abajo no entra, necesita inspirar para que pase. Esto implica que para que ingrese ese material tiene que haber estado vital”, dijo. Castro estimó que “el fallecimiento tiene que haber sido entre la noche del sábado y la madrugada del domingo”, y descartó como móvil el intento de violación. La joven “tenía sus ropas alineadas, su short, su malla, descartamos violencia sexual en ese momento”.