La venta de autos en Brasil registró en 2014 la mayor caída de los últimos doce años. El patentamiento de rodados cero kilómetro sumó 3.948.000 unidades el año pasado, con una contracción del 7,2 por ciento, según lo informó ayer la federación brasileña de distribución de vehículos, Fenabrave. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que las terminales nacionales exportan 8 de cada 10 autos al mercado brasileño. Entre enero y noviembre de 2014, los despachos argentinos de rodados al principal socio comercial sumaron 8199 millones de dólares, con una merma del 19 por ciento.

La comercialización de vehículos en Brasil anotó el segundo año de contracción, luego del retroceso del 0,9 por ciento en 2013. El país atraviesa un importante proceso de estancamiento del mercado interno. Las proyecciones indicaban que la economía iba a crecer al 2,5 por ciento en 2014, pero finalizó el año con un ritmo de expansión de 0,3 por ciento. La tendencia para los próximos meses no parece mejorar. “El ajuste de las cuentas fiscales que se anunció para 2015 será un elemento que seguirá profundizando el pobrísimo desempeño de la economía brasileña”, dijo a este diario Eduardo Crespo, economista y docente de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Estas tensiones económicas empezaron a generar algunas dificultades en el mercado de trabajo. La automotriz Volkswagen desvinculó a 800 empleados de su fábrica de Anchieta, en el polo industrial de San Pablo. La firma Mercedes-Benz tomó una decisión similar, al anunciar el despido de 244 operarios y darle licencia a otra parte importante del personal. Uno de los sindicatos de trabajadores de la metalurgia iniciaría medidas de fuerza en respuesta a los despidos de las terminales.