“En lugar de criticar al Gobierno, Weretilneck debería preocuparse por dejar de ser cómplice del sistema de exportaciones en negro que afecta al 40 por ciento de la producción provincial.” La frase corresponde a la secretaria de De-sarrollo Rural, Carla Campos Bilbao, que en diálogo con Página/12 denunció al gobernador actual de Río Negro por profundizar la crisis de los productores de peras y manzanas de su provincia. El gobierno nacional acordó la semana pasada con Río Negro y Neuquén la entrega de 300 millones de pesos como Aportes No Reintegrables (ATN) para apuntalar las producciones de esas frutas. En la primera fase serán 110 millones de pesos, de los cuales 50 millones son aportados por el Estado nacional y el resto corresponderá a las provincias. Alberto Weretilneck estuvo sentado a la mesa de negociaciones junto al senador por el Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto. Pero una vez cerrado el acuerdo, el mandatario rionegrino se fue a reunir con Sergio Massa, uno de los candidatos presidenciales opositores, quien sostuvo que el Gobierno “no hace nada por las economías regionales”.

“Primero se llevó la plata y después salió a hacer un uso electoral con la situación de los productores. Miente cuando dice que no se hizo nada por las economías regionales”, sostuvo Campos Bilbao. Entre Neuquén y Río Negro hay 2256 productores de peras y manzanas, de los cuales casi el 90 por ciento está radicado en la provincia administrada por Weretilneck. El contexto global, como por ejemplo el aumento de la producción china, la sobreoferta de frutas en el Hemisferio Norte, las licencias no automáticas impuestas por Brasil y la devaluación rusa, afectaron la ecuación económica de los productores.

A su vez, durante el año pasado, la cosecha de peras tuvo una disminución del seis por ciento y la de manzana, de un cuatro por ciento.

En función de esta situación, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, los ministros de Agricultura, Carlos Casamiquela, y de Economía, Axel Kicillof, junto a los mandatarios provinciales trabajaron durante las últimas cuatro semanas para planificar una recuperación del sector. De ahí es de donde surgieron los ATN por 300 millones de pesos.

Luego del conflicto por la 125, el Estado nacional intentó llevar adelante una discusión más de fondo sobre temas estructurales del sector, como por ejemplo la transparencia comercial en el comercio exterior, pero se encontró con una fuerte resistencia. “Las cámaras de productores, especialmente la de Villa Regina, reclaman subsidios. Habría que ver el universo completo del sector, y entregar los recursos del Estado contra la presentación de la factura de la cosecha anterior, pero los empresarios se oponen. Durante la última negociación, donde surgieron los 300 millones de pesos en ATN, planteamos esta cuestión pero incluso Weretilneck se opuso”, afirmó Campos Bilbao.

–¿Cómo es el sistema de comercialización en negro? –preguntó Página/12.

–Los productores entregan sus frutas para exportación sin contrato alguno. Hay responsabilidad compartida de las cámaras patronales y el gobierno provincial. A partir del observatorio frutihortícola, que sirvió de experiencia para el observatorio de precios, podemos afirmar que entre un 30 y 40 por ciento de lo que se comercializa al exterior está fuera del circuito formal. Por eso, para ver los problemas reales de los productores hay que blanquear la cadena. Weretilneck es cómplice de este sistema de exportación –respondió la secretaria de Desarrollo Rural.

Desde 2008 a la actualidad, las economías regionales de todo el país recibieron 5000 millones de pesos. Los productores frutihortícolas de Río Negro y Neuquén obtuvieron en el mismo período 300 millones de pesos en ATN, que se suman al nuevo flujo de recursos aprobado en una mesa de negociaciones. Según un documento elaborado por el área de Economías Regionales de CAME, la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén y la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados, el sector frutihortícola necesitaría “92 millones de dólares de estímulo fiscal dirigidos a levantar la cosecha, hacer las tareas culturales mínimas, sostener al sector y generar condiciones de competitividad que aseguren el empleo”. También reclaman la reducción de las retenciones, ubicadas en el 50 por ciento.

La producción de manzanas se destina en un 56 por ciento al consumo en fresco y el 44 por ciento, a la industrialización de jugos y caldos de sidra. Argentina es el principal exportador de jugo. Del total del consumo en fresco, un 44 por ciento se exporta y el restante 56 por ciento se vuelca al mercado interno. Por otro lado, 77 por ciento de la producción de pera es destinado al mercado en fresco, mientras que el 23 por ciento restante es industrializado en forma de jugos concentrados y sidras. Del total de consumo en fresco, el 80 por ciento se exporta y el restante 20 por ciento es consumido en la Argentina.

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