El ministro de Planificación, Julio De Vido, mantuvo ayer un encuentro en la Cámara Argentina de la Construcción con el objetivo de explicar el plan de obras públicas para el quinquenio 2015-2020 por 900.000 millones de pesos y despejar dudas sobre los acuerdos con China, que hoy tendrán su tratamiento en la Cámara de Diputados. “Sin dudas es un desafío defenderlo (el acuerdo), por el bien del propio sector de la construcción pero también de los argentinos y el resto de la economía, para continuar el notable crecimiento experimentado desde 2003”, remarcó el funcionario. Ante los empresarios, De Vido insistió en que más del 70 por ciento de las obras comprometidas, como por ejemplo las centrales nucleares y las represas hidroeléctricas, serán realizadas con proveedores locales. Según datos del Ministerio de Planificación, con este acuerdo podrán generarse 17.900 nuevos puestos de trabajo directos.

El discurso opositor, tanto de las fuerzas parlamentarias como de algunos sectores empresariales, optó por poner un manto de duda sobre los acuerdos con China. Su caballito de batalla fue instalar la idea de que la Argentina cedía soberanía. Sin embargo, el análisis detallado de la cantidad de trabajadores y proveedores locales que deberán involucrarse en cada uno de los proyectos echa por tierra el discurso opositor.

La autorización para construir la IV y V Central Nuclear fue a través de la ley 26.566, aprobada en 2009. En Diputados obtuvo 151 votos a favor, 10 en contra y 3 abstenciones, y en el Senado, 47 votos a favor y sólo 6 en contra. Según explicó ayer De Vido, la construcción de ambas centrales generará 11.000 puestos de trabajo y demandará una inversión de casi 13.000 millones de dólares. En el caso de las dos represas hidroeléctricas de Santa Cruz, el proyecto involucrará a 100 proveedores locales de la construcción y obra pública, y en total podrán generarse de manera directa 6900 puestos de trabajo.

Entre los trabajadores locales y los proveedores se cubrirá el 60 por ciento de la inversión. Las turbinas y suministros extranjeros representarán solamente un 23 por ciento. El 17 por ciento restante surgirá de la recaudación tributaria.

“Si sumamos las dos centrales y las hidroeléctricas, la inversión asciende a 17.514 millones de dólares y el componente nacional de 11.169 millones de dólares, es decir el 64 por ciento. Asimismo se ocuparán entre las tres obras, en forma directa y en promedio, a 17.910 trabajadores argentinos. Las tres obras netas de los préstamos que el país deberá devolver generarán a lo largo de 22 años un ahorro de 26.800 millones de dólares”, explicó De Vido a todos los asociados de la CamArCo.

La obturación del plan nuclear durante la década de 1990 no solamente frenó la construcción de Atucha II, que acaba de alcanzar su máximo potencial, sino que frenó el desarrollo de proveedores especializados. En 2003 no había empresas calificadas para desempeñarse en el sector nuclear, mientras que en la actualidad hay 129. En once años, el sector sumó 5200 nuevos especialistas. Por otro lado, De Vido explicó que la ampliación de la Central de Embalse demandará una inversión de 3100 millones de pesos y la generación de 5200 nuevos puestos de trabajo, entre directos e indirectos.

“Creo que durante la reunión se saldaron algunas dudas”, sostuvo a Página/12 Juan Chediack, presidente de la Cámara de la Construcción. “Bajo ningún punto de vista vendrán olas de trabajadores de China, sobre todo teniendo en cuenta la calificación de los obreros locales ganada con la construcción de Atucha II. La cosa está más que clara”, agregó Chediack.

El titular de la Camarco, en consonancia con el secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, le solicitó a De Vido formar parte de la redacción de los acuerdos específicos que deberán rubricarse por cada obra. Hoy el Congreso convertirá en ley el acuerdo marco con China, a partir del cual comenzará a viabilizarse el conjunto de inversiones. “Es deber del sector cuidar todos los logros alcanzados, exigir la continuidad del Plan de Obras Públicas y acompañar las políticas de este gobierno, que jamás impulsaría algo que fuera en desmedro de la industria nacional, sus empresarios y trabajadores”, concluyó De Vido.

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