El Gobierno prorrogó ayer el blanqueo de capitales. Con su séptima renovación, la iniciativa se extenderá hasta fines de junio. Los dos instrumentos financieros creados para regularizar fondos sin declarar son el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). La ley que los implementó permite exteriorizar voluntariamente desde mediados de 2013 la tenencia de moneda extranjera en el país y en el exterior sin pagar ningún tipo de penalidad.

“La exteriorización de capitales permite emplear recursos líquidos ociosos para financiar inversiones productivas y sociales que apuntalen el proceso de crecimiento, profundicen la reindustrialización iniciada en 2003 y permitan la inclusión de vastos sectores de la sociedad”, sostiene el decreto 471 publicado ayer en el Boletín Oficial. El Baade fue diseñado para atraer inversiones para proyectos energéticos, aunque no captó más de 100 millones de dólares. Por su parte, el Cedin buscó impulsar el mercado inmobiliario. Hasta diciembre de 2014 habían ingresado alrededor de 800 millones de dólares y en el mercado especulaban que la cifra ascendió hasta 1400 millones en la actualidad. El monto regularizado se encuentra muy por debajo de los 4000 millones de dólares que estimaba el equipo económico cuando se lanzó la medida en julio de 2013.

La Cámara Inmobiliaria Argentina había solicitado al Gobierno la prórroga de los instrumentos, fundamentalmente el Cedin. “Pediremos una prórroga porque se está moviendo mejor; con las últimas intervenciones del Banco Central, que agilizaron la operatoria y la hicieron más dinámica, el Cedin fue dando resultado”, dijo el presidente de la CIA, Roberto Arévalo, a mediados del mes pasado. “Ahora el vendedor de un inmueble comenzó a recibir de manera más rápida los dólares billetes” que surgen de la operación.